La salvia es una planta aromática y medicinal conocida por sus propiedades terapéuticas, por ello su nombre que en latín significa salvar.
Sus flores son muy abundantes y de colores llamativos, incluso se podrían usar como planta ornamental, pero cuando la semilla alcance el grado de madurez, la planta la desprenderá.
Cuando alcanza una coloración café muy regular en toda el área de fructificación, habremos llegado al punto indicado de cosecha.
Es cuando debemos cortar toda el área seca de la planta y empezar a frotarla con las manos, para empezar a triturar, pasando luego a la limpieza para separar el resto.
Si juntas 28 gramos de semillas, obtendrás 137 calorías, 1 gramo de carbohidratos digeribles, 11 gramos de fibra, 4 gramos de proteína, 18% de calcio de la cantidad diaria recomendada además de Zinc, vitamina B1, B2 y B3.
Además son tres veces más antioxidantes que los arándanos, ayudándonos así a retrasar el envejecimiento prematuro, reducir ciertas enfermedades y a combatir los radicales libres.
Y al ser ricas en fibra, proteínas y ácidos grasos Omega-3, serán de gran utilidad para reducir el colesterol, los triglicéridos y, por lo tanto, la obesidad así como a prevenirte de sufrir de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
La cantidad que se recomienda consumir de esta semilla son 2 cucharadas al día, cuando siempre el exceso pues puede traer efectos secundarios como estreñimiento, distensión abdominal, acumulación de gases.
Consumirla es tan fácil que puedes incluirla en muchas recetas ya sea en el famoso pudding, ensaladas, zumos, smoothies, entre otros que a continuación te presentamos.