Una vez más, el chef Aquiles Chávez sorprendió a los gourmets con una secuencia única de platillos de su creación. El deleite comenzó con una ensalada de pollo ahumado y vinagreta de maíz, seguida de calabaza rostizada con pipián y palomitas de maíz.
Para el tercer tiempo llegó el capuchino de milpa con espuma de requesón y enseguida, un tamal de jaiba con salsa Chiltomate. En el quinto tiempo se sirvió un corte New York CAB con tuétano y esquites. Cerraron los postres: helado de pinole y cheese cake de calabaza y tacha. Este menú se acompañó con un maridaje de Abasolo en las rocas y carajillo Nixta.
El whisky Abasolo fue el complemento perfecto, ya que está elaborado con 100 por ciento maíz ancestral cacahuazintle, no transgénico. Para la producción de su destilado, se usa una técnica de cocción milenaria, la nixtamalización.
Cada gota de este whisky se produce y añeja en Jilotepec, Estado de México, bajo la visión de Iván Saldaña y la producción de destilados del campo. Durante la cata, los invitados encontraron un olor exquisito y suave a maíz tostado, miel, vainilla, frutos secos y especias; mientras que con la boca, descifraron notas de maíz tostado, madera ahumada, vainilla y miel.