Para Ana Dávila ser una food stylist comenzó como un hobbie, pues toda su vida trabajó en revistas e incluso fue editora adjunta de la revista Quién e InStyle. Luego de un tiempo, se dio cuenta de que le encantaba cocinar y tomar fotos de los platillos, por lo que esta pasión la convirtió en su trabajo de tiempo completo. En entrevista para CHIC nos platica cómo ha sido su trayectoria y nos comparte los mejores consejos para tomar increíbles fotos.
¿Cómo te convertiste en food stylist?
La idea del food styling ni me pasaba por la cabeza, pero me encantaba cocinar y tomar fotos de lo que hacía. Empezó como un hobbie y después de un tiempo me di cuenta que había la posibilidad de hacerlo de forma profesional, a tiempo completo. Encontré un diplomado en Nueva York y así inicié.
¿Qué cursos has tomado?
Tomé un diplomado de food styling en el International Culinary Center de Nueva York y varios talleres con Kema Food Academy Barcelona.
¿Qué te apasiona del food styling?
Que todos los días haces algo diferente. Empezar un proyecto nuevo es muy emocionante, nunca sé con qué me voy a topar, con qué ingredientes voy a trabajar, qué referencias tiene en mente el cliente, qué trucos voy a tener que usar. Armar una hamburguesa para foto, por ejemplo, suena muy fácil, pero no lo es tanto. No hay un día de llamado aburrido.
¿En qué proyectos y marcas te has desarrollado como food stylist?
He podido hacer el styling de varias portadas y features para la revista Food & Wine y trabajado para marcas como Knorr, Jumex, Bimbo, Ritz, Oreo, Didi Food, Philadelphia, Kermato y Kombucha.
¿Cuánto trabajo y dedicación hay detrás de un shoot con food styling?
Es un trabajo enorme de preproducción, especialmente. Desde la ida al super o al mercado porque hay ingredientes que no encuentras por la temporada. Llegar a preparar lo que se pueda por adelantado y levantarse a las cuatro de la mañana del día del shoot para cocinar lo que tiene que estar fresco. Hay que preparar el kit de styling: cera de zapato, mieles de colores, aceites, palillos, antorchas, espesantes, especias y colorantes para lo que haga falta. Salgo de mi casa con una maleta de mecánico y 10 cajas de platos, manteles y cubiertos. Es un trabajo muy físico, hay que estar de pie el día entero y no parar de moverse, de carga, de atender y de arreglar.
¿Cuáles serían tus top 5 consejos para tomarle la mejor foto a un platillo?
1.- Lo primero es que los ingredientes o el plato estén en su punto. Si hay buena materia prima es mucho más fácil obtener un buen resultado. Hay que ser rápido, la comida no se mantiene bonita por mucho tiempo.
2.- Segundo, la luz es todo. Intenta tomarla siempre con luz natural, una ventana grande con luz indirecta es lo ideal.
3.- Tercero, tomar la foto solo desde estos tres ángulos principales: frontal, 45° o cenital.
4.- Cuarto, considerar la altura de la comida al elegir el ángulo.
5.- Por último, ten mucho cuidado con los filtros. La comida siempre debe mantener sus colores naturales.
¿Y para las bebidas?
Los hielos siempre al final, cuando todo está listo. Les recomiendo usar un embudo para servir el líquido para no salpicar los vasos que te tomó años dejar perfectos. Y si quieres que el vaso tenga esa condensación natural que sucede cuando la bebida está súper fría, el tip es rociar el vaso con un spray matificante y una vez seco, rociar unas gotas de una mezcla de agua con glicerina. El resultado es idéntico al que ocurre naturalmente pero dura mucho más.
¿Qué filtros o apps para editar comida recomiendas?
Uso Snapseed para editar fotos desde cero en el celular. Tiene muchísimas opciones. VSCO es buena cuando hay prisa o si los ajustes son pocos. Lighroom es un básico para cualquier fotógrafo y tiene una versión móvil que también vale la pena tener.
¿Qué elementos extras recomiendas para hacer más atractiva una foto de un platillo?
Creo que menos es más. Me gusta el styling limpio y que la comida llame la atención por sí sola. Pero siempre tengo a la mano platos de cerámica de diferentes tamaños en colores neutros, tablas de madera, aceite de oliva para decorar o para dar brillo, hierbas como romero o tomillo secos y siempre higos, duraznos, peras o ciruelas. Te pueden salvar una sesión.
¿Qué suele ser lo más difícil en alimentos de stylear?
La comida color café como lentejas o frijoles siempre es difícil, no es nada fotogénica. Todo lo que lleva queso derretido también es complicado porque dura muy poco tiempo en ese estado. Tienes que actuar muy rápido. Por suerte, hay trucos para que puedas repetir el pull una y otra vez hasta que quede la foto.
¿Qué cuentas de food styling recomendarías seguir para inspiración?
Me encanta el trabajo de Chelsea Zimmer, Lisa Homa, Lee Blaylock y Silvia Palma. Si estoy buscando inspiración, siempre encuentro algo ahí o en @whatforbreakfast, de Marta Berger,@_foodstories_, una pareja de food stylists y fotógrafa, y @margaretrajic, que tiene un poco de todo. La estética de Kinfolk Magazine es hermosa.
¿Recomiendas comprar un gadget para iluminar o prefieres luz natural?
Depende del tipo de foto que quieras tomar y las condiciones que tengas. Si necesitas luz uniforme para todas tus fotos, solo lo puedes lograr con luz artificial porque durante el día la luz va cambiando. Pero es todo un arte. A mí me encanta trabajar con luz natural, creo que le da un efecto súper bonito a la comida.
¿Con en el celular se pueden sacar buenas o recomiendas una cámara profesional?
Hay muchos celulares con cámaras increíbles con los que puedes tomar muy buenas fotos de comida. Si eso es lo que tienes para trabajar, puedes empezar a explorar con ángulos, luz y el resultado seguramente va a ser bueno. Pero, si quieres hacerlo de forma profesional, si es necesario comprar una cámara y aprender un poco de fotografía.