El Día de Muertos está a la vuelta de la esquina, y poco a poco las casas se van llenando de colores vibrantes y aromas familiares que nos recuerdan a aquellos que ya no están con nosotros.
Una de las tradiciones más emblemáticas de esta celebración es la creación de altares en honor a nuestros seres queridos, y por supuesto, uno de los elementos más destacados de estos altares es la flor de cempasúchil.
El cempasúchil, con su vibrante color naranja y su fragancia única, es sin duda la flor más asociada al Día de Muertos. Se cree que su color y aroma guían a las almas de los difuntos de regreso al mundo de los vivos. Sin embargo, no es la única flor que puede formar parte de un altar.
Flores para tu altar de Día de Muertos
Si buscas darle un toque personal o variado a tu ofrenda, existen otras flores que también pueden aportar significado y belleza a este ritual tan especial. A continuación, te compartimos cinco opciones de flores que, además del cempasúchil, son perfectas para colocar en tu altar de Día de Muertos.
Alhelí
El alhelí es una de las flores tradicionales que puedes incorporar a tu altar. Esta flor, conocida por su resistencia, puede mantenerse fresca durante varios días, lo que la convierte en una opción ideal para altares que suelen estar expuestos por periodos largos.
Pero más allá de su durabilidad, el alhelí tiene un profundo simbolismo. En el contexto del Día de Muertos, representa el alma de los difuntos, ofreciendo un refugio espiritual y una conexión con aquellos que ya no están.
El color del alhelí puede variar, pero su presencia en los altares siempre añade un toque delicado y conmovedor, que contrasta con los colores brillantes del cempasúchil. Si buscas una flor que dure y que además tenga un significado fuerte, el alhelí es la opción perfecta.
Nube
Otra flor que no puede faltar en un altar de Día de Muertos es la nube. De color blanco y aspecto ligero, esta flor está tradicionalmente asociada con la pureza y la espiritualidad. La nube es perfecta para representar a los niños o los “angelitos” en el altar, aunque también se utiliza para cualquier ser querido debido a su simbolismo universal de paz y pureza.
La flor de nube tiene la capacidad de equilibrar la intensidad visual del altar, aportando serenidad y un toque de luz a los elementos decorativos más oscuros. Además, su aspecto esponjoso y delicado aporta suavidad y un sentido de ligereza, evocando la espiritualidad y el tránsito de las almas.
Terciopelo
El terciopelo, también conocido como "flor de mano de león", es otra flor que solo aparece durante esta época del año. Con su textura aterciopelada y colores intensos que van desde el rojo hasta el morado, el terciopelo agrega un toque de elegancia y alegría a los altares.
Aunque su función es principalmente decorativa, su vibrante presencia también simboliza la vitalidad y el gozo de recordar a nuestros seres queridos con cariño.
Esta flor se utiliza comúnmente para embellecer los altares y aportar un contraste visual. Si quieres que tu altar sea un despliegue de color y textura, el terciopelo es una opción ideal que no debes pasar por alto.
Clavel
El clavel, con su inconfundible aroma y sus pétalos rizados, es otra excelente opción para colocar en el altar de Día de Muertos. Esta flor, disponible en una amplia gama de colores, simboliza la resiliencia y la fortaleza de los familiares que honran a los fallecidos. Es un recordatorio de que, a pesar del dolor de la pérdida, el amor y los recuerdos permanecen vivos.
El clavel es una flor duradera que, como el alhelí, puede resistir varios días sin marchitarse. Su significado de resistencia lo convierte en un elemento significativo para aquellos altares que buscan expresar la fortaleza emocional de quienes recuerdan a sus seres queridos.
Crisantemo
Por último, pero no menos importante, está el crisantemo. Esta flor, muy apreciada en muchas culturas, tiene un significado especial en el Día de Muertos: simboliza la eternidad. El crisantemo es una flor que nos recuerda que el amor por nuestros seres queridos nunca muere, incluso cuando ellos ya no están físicamente con nosotros.
Con su forma redondeada y sus vibrantes colores, el crisantemo es ideal para añadir un toque de sofisticación y simbolismo profundo a tu altar. Esta flor es especialmente significativa cuando se coloca en honor a aquellos con los que sentimos una conexión eterna, reflejando la permanencia de ese vínculo.
¿Lo sabías?