Si hay algo que caracteriza a Valle de Bravo, además de su hermoso lago, es su gastronomía vallesana tradicional. Esta se distingue por llevar los alimentos directamente del huerto a la mesa, garantizando la frescura y conservando sus sabores y esencias naturales. Es por ello que El Santuario, un resort en Valle de Bravo, alberga dos de los restaurantes más icónicos en sus instalaciones, cada uno ofreciendo experiencias únicas e innovadoras.
En Na-Ha, los alimentos se preparan desde su origen, evitando envasados o procesamientos, y utilizando productos mexicanos de la más alta calidad, con ingredientes frescos cultivados en la generosa región de Valle de Bravo y sus alrededores. Dirigido por el chef Alberto García, con más de 30 años de trayectoria y un enfoque clásico, invita a los comensales a disfrutar de la comida tradicional, manteniéndose siempre actualizado con las tendencias gastronómicas más importantes.
Por otro lado, Xian es un restaurante que busca alimentar el alma, ofreciendo una experiencia sensorial para sus comensales. Dirigido por el chef Víctor Albarrán, combina el heptagrama formado por tripología, polaridad, corrimientos energéticos y énfasis genético con la gastronomía y la nutrición, para brindar platillos que nutran en todos los sentidos.
El pasado 18 de Abril, El Santuario presentó una fusión de cocinas en su Cena a 4 manos, donde el chef Alberto García y el chef Víctor Albarrán unieron fuerzas y creatividad para crear una experiencia culinaria que alteró tus sentidos. El costo fue de $1,200 por persona, IVA incluido.
Si estás en búsqueda de una experiencia gourmet y sensorial, la Cena a 4 manos en El Santuario es el plan perfecto. Te invitamos a visitarlos en Valle de Bravo, a tan solo dos horas de la Ciudad de México, donde podrás experimentar la práctica de sanar lo más profundo de tu ser de la mano de expertos.
Acerca de El Santuario: Michel Domit, fundador de El Santuario, nos revela la esencia de este proyecto hotelero que, ante todo, hospeda la armonía, la sanación y la paz, expresando que
"El arquitecto de todo este proyecto ha sido el espíritu de la Pacha Mama, la Madre Tierra, en cada meditación, le preguntamos a la montaña qué quiere que hagamos".