Espacios impredecibles en Seúl

Su concepto fue crear un jardín de niños como un espacio de creación e imaginación para los pequeños, además de crear un juego de luces

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POR ARQ. HUGO BÁRCENAS 
IMÁGENES: CORTESÍA SERGIO PIRRONE

A raíz de la idea de que el jardín de niños debe ser un lugar de libertad creativa y aprendizaje, llega White Cube Matrix, un espacio diseñado por los arquitectos Jang Yoon Gyoo Seo Hyeon, de la firma surcoreana Unsangdong Architects, en la ciudad de Paju, en Seúl. En dicho proyecto se generaron diferentes módulos a manera de cajas de distintas escalas que se entrelazan y sobreponen tridimensionalmente, creando una expansión espacial sin una forma específica, de manera que el acomodo de los distintos módulos son los que van generando la composición morfológica del proyecto.

Su propósito es reflejar una composición abstracta de humanidad, naturaleza, cultura, arte, sustancia y espiritualidad; donde los patrones tienen diferentes objetos o exhibiciones que representan la imaginación de los niños, tales como el dibujo con el transcurso del tiempo. 


La creación de los diferentes cubos comienza con el módulo base, el aula. El cual se transforma y continúa variando hasta llegar a las estructuras al aire libre, como el patio con vacío al cielo o la terraza con juegos al aire libre, las cuales son áreas de contacto con el exterior y que entrelazan directamente la naturaleza con su experiencia creativa a través de estos cubos sin cubierta.

La principal circulación se encuentra dentro de un módulo transparente, la intención de este espacio es revelar la imagen del crecimiento conjunto, mostrando también la vitalidad de la naturaleza. Esto se logra conectando algunos módulos principales al interior en sus diferentes niveles, como son el salón de acceso principal, la biblioteca escalonada y una de las terrazas de juego. 

El proyecto no se limita a ser un objeto estático que puede ser observado, al contrario, proporciona una serie de marcos de diferentes dimensiones para experimentar el paisaje a través de ellos. Las ventanas, representadas a manera de pixeles, se transforman en exhibiciones del viaje de la luz natural en el día y oscuros lienzos de estrellas brillantes por la noche. Mientras se recorren los espacios se pueden visualizar diferentes imágenes del exterior, lo cual permite, usando la imaginación y creatividad, armar infinitas composiciones a través de los diversos paisajes fragmentados.

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