Para tener una mente más clara y con ello desarrollar actitudes más positivas y realistas es necesario saber identificar los tipos de distorsión cognitiva que presentamos.
Este concepto hace referencia a las malinterpretaciones que hacemos de lo que sucede a nuestro alrededor, lo que genera en nosotros algunas consecuencias negativas.
Todos estamos propensos a presentarlas pues al obtener cualquier tipo de información la procesamos, pero en ese transcurso lo llegamos a analizar de manera errónea.
En estados de depresión o ansiedad es común que se presenten y jueguen un papel importante, causando una alteración emocional.
La recomendación siempre es acudir con un especialista en el tema, mientras tanto te presentamos las distorsiones cognitivas más notables para que logres reconocerlas.
Sobregeneralización
Una tendencia a creer que si algo ha ocurrido una vez ocurrirá siempre puede llegar a ser limitante en nuestra vida, llegamos a desarrollar una filosofía de vida que resulta poco adaptativas y emociones disfuncionales como la tristeza, frustración, rabia o sentimiento de inferioridad.
No caigas en esta especie de círculo vicioso implementando estrategias como buscar pruebas para comprobar las excepciones, darte cuenta de lo irracional que resulta generalizar, cambiar las expresiones como son las palabras “siempre”, “todo”, o “nunca”.
Personalización
Se trata de un hábito donde el sujeto cree que todo lo que pasa en su entorno incluido los pensamientos, acciones o palabras de los demás están relacionados a su persona, como si ellos estuvieran continuamente pendientes de él o ella.
La recomendación es no sacar conclusiones a no ser que tengamos evidencias claras y pruebas razonables.
Abstracción selectiva
En este caso l atención se centra en los detalles concretos pero inclinados a la negatividad, filtrando el resto de la información e ignorando lo positivo aún cuando tenga influencia en la situación concreta.
Para evitarlo puedes respirar y analizar la situación completa y, si es del pasado, ver los pros y contras sabiendo cómo poder corregir lo que ha salido mal y beneficiarte de lo que salió bien.
Pensamiento polarizado
Este pensamiento actúa de forma automática y nos lleva a generalizar sin siquiera detenernos a examinar las situaciones, no se logran ver los matices que existen entre un extremo y otro dando pauta a que, quien lo padezca, se sienta cómodo ubicando la realidad en alguno de estos.
Llega a convertirse en una característica de quienes adoptan una posición de victimismo ante la vida, un bloqueo emocional producto de experiencias mal resueltas por lo que para superarlo supone asumir una nueva perspectiva frente a nuestra propia historia.
La etiquetación
Ocurre cuando hacemos un juicio sobre nosotros mismos, y muchas veces son cosas que nos dijeron repetidamente en algún momento de nuestra vida pero que casi nunca son nuestras, llevando como problema principal la autocrítica.
Dos cosas que puedes trabajar respeto a la etiquetación es saber que cometer un error no te hace una mala persona, no te representa lo que eres o puedes ser, así como centrarte en lo que sí eres capaz de realizar para eliminar la creencia de que eres incapaz, será un ejercicio para irte despegando de las etiquetas.