El reto: crear un espacio funcional, eficiente y que aprovechara toda luz natural posible para una consultora boutique ubicada en una de las torres de Trébol Park, en San Pedro Garza García, que además es de dimensiones reducidas y límites bastante irregulares. La solución: Creadora de Arquitectura, un despacho de primer nivel organizado por Mario Cantú y Sante Gornés en colaboración con la arquitecta Sayra López y los constructores Alejandro Tejada y Ángel Fernández.
La nueva área de trabajo para Copper Wolf brilla en todo su esplendor desde el piso 11 gracias al diseño urbano que adaptaron los arquitectos mexicanos, quienes optaron por conservar los muros de concreto gris, los ductos de aire acondicionado, el sistema contra incendio, entre otros. Esto en combinación con los nuevos materiales de madera, vidrio y granito crean un ambiente fresco y elegante.
Desde la recepción se hace evidente una geometría que permanece constante en los 170 m² de interiorismo y mobiliario. Esta última totalmente recubierta de mármol oscuro que hace un match perfecto con los detalles minimalistas y las plantas naturales de la sala de espera.
Pese a la irregularidad de la planta, el diseño de las oficinas repite un patrón de líneas verticales en los muros recubiertos con lambrines de madera (que también abundan en el lobby) y en ciertos viniles. Este mismo diseño permanece en el espacio más grande decorado con un plafón iluminado flotante de madera, y son las obras de arte contemporáneo con representaciones abstractas las que regalan color al resto de las áreas, al igual que lo hacen las vistas panorámicas a las montañas de la ciudad.
El juego real está en los pisos de cerámica en tonos blancos que contrastan con las alfombras grises de las oficinas privadas y que rompen con sutileza el esquema para hacer un espacio más dinámico y accesible para los usuarios sin importar la irregularidad del sitio. Así es como Creadora de Arquitectura ejemplifica el uso de forma y función de manera perfecta.