Hablar de un yate no es hablar de un simple bote, se trata de una de las formas más sofisticadas de dar un paseo en el mar, pero el tema de su diseño es algo más complejo de lo habitual, pues el principal reto es el espacio, que resulta bastante reducido.
El nuevo yate de la empresa italiana Azimut Yatch ha sido intervenido por el arquitecto Francesco Guida, quien es reconocido por intervenir yates de lujo. Este nuevo modelo combina a la perfección la elegancia contemporánea con el estilo náutico.
Se trata de una estructura más ligera y esbelta que permite tener espacios más amplios, luminosos y cómodos, aspectos característicos de este arquitecto, quien incluyó materiales cálidos y acogedores en donde predomina el roble que contrasta con sus paredes y falsos techos blancos.
El proyecto aprovecha al máximo la luz natural por lo que su iluminación integrada es indirecta lo que resulta en que sus acabados brillantes y molduras de acero cromado destaquen. Pero el verdadero ambiente náutico lo hace el algodón monocromático en tonos grises y perlas, sus estampados geométricos y sus acentos de terciopelo azul que recorren todo el yate.
A pesar de su reducido espacio, la cubierta inferior cuenta con tres cabinas de descanso y dos baños, mientras que en la cubierta principal se encuentra su cocina interior en la cual sus puertas de madera clara veteada esconden los electrodomésticos, una pequeña sala y una mesa desayunadora, todo siguiendo la combinación cromática. En el exterior solo fue necesaria una estancia con un sofá hecho a la medida, una mesa para pasar los momentos de descanso y por su puesto una cubierta tapizada para tomar el sol.
Un innovador diseño y un reto para Guida que cumplen con el objetivo de ser un modelo de nueva generación, representando una embarcación vanguardista que demuestra que el lujo y la experiencia de habitar un yate no solo se trata del mar, sino del ambiente náutico que crea el interiorismo.