Hay muchos palacios de la familia real que conocemos y que, incluso, tenemos a nuestra disposición, como lo ha sido el Palacio de Buckingham e incluso el Castillo de Windsor, que recibe miles de visitas cada año.
Sin embargo, el Palacio de St. James, ubicado en el corazón de Londres, no solo es uno de los más grandes, sino que también es uno de los más viejos y ha sido testigo de una gran parte de la historia de la monarquía británica. ¿Ya conoces su historia?
La historia del Palacio de St. James
El Palacio de St. James fue construido entre 1531 y 1536 por orden de Enrique VIII, quien deseaba una residencia que reflejara su poder. Levantado sobre el antiguo Hospital de Santiago, fue diseñado en estilo Tudor y marcado por la personalidad del monarca.
Las chimeneas del palacio, decoradas con las iniciales "HA" en honor a Enrique y Ana Bolena, permanecen como un vestigio de su turbulenta relación. A lo largo de los siglos, St. James ha sido testigo de eventos trágicos y decisivos.
Carlos I pasó su última noche aquí antes de ser ejecutado en 1649, y el palacio sirvió como hogar de monarcas como Carlos II y Jacobo II, quienes lo restauraron y ampliaron. Durante años, fue la residencia oficial de la monarquía hasta que la reina Victoria trasladó la corte al Palacio de Buckingham en 1837.
¿La Princesa Diana y Carlos vivieron en St. James?
El Palacio de St. James recobró notoriedad en el siglo XX al convertirse en la residencia del entonces Príncipe Carlos y la Princesa Diana. Antes de su separación, ambos vivieron en este emblemático edificio, que más tarde también albergó el ataúd de Diana en su Capilla Real antes del funeral que conmovió al mundo en 1997.
En esta misma capilla, la reina Victoria contrajo matrimonio con el príncipe Alberto en 1840, y, más recientemente, el príncipe George fue bautizado en 2013. Este espacio, aunque discreto, sigue siendo un lugar significativo para ceremonias íntimas de la familia real.
Además, tras la muerte de la Reina Isabel II, desde el balcón de St. James se proclamó el reinado de Carlos III, marcando un nuevo capítulo en la historia británica. Con la renovación del Palacio de Buckingham programada hasta 2027, St. James está ganando mucha atención.
¿Qué ha sido del palacio de St. James?
Aunque St. James ya no es el epicentro de la vida monárquica, sigue siendo un espacio funcional y relevante. Actualmente, alberga recepciones diplomáticas, eventos oficiales y audiencias con embajadores. Es también la residencia oficial de varios miembros de la familia real, como la Princesa Ana, quien lo utiliza durante sus compromisos en Londres.
En este edificio se encuentra también Clarence House, hogar del Rey Carlos III y la Reina Camilla, que prefieren seguir residiendo allí en lugar de trasladarse al renovado Palacio de Buckingham.
A pesar de los cambios en la dinámica de la monarquía, St. James continúa siendo un símbolo de continuidad y tradición, con un papel activo en los eventos más importantes de la Casa Real.
Con siglos de historia impregnados en sus muros, es mucho más que un edificio. Es un recordatorio de cómo el pasado y el presente convergen en la vida de la familia real británica, y cómo este lugar sigue siendo una pieza clave en el rompecabezas de la monarquía moderna.
¿Lo conocías?