¿El minimalismo puede mejorar tu calidad de vida? La psicología dice que sí

DISEÑO

Espacios ordenados por mayor tiempo y desapego emocional son algunas de las razones por las que este estilo de diseño está cobrando fuerza.

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El minimalismo ha cobrando gran relevancia en países de Europa. (Fotografía: Luis Garvan).

Seguramente has escuchado hablar del minimalismo en la industria del diseño y la arquitectura, incluso es muy probable que lo conozcas como una filosofía de vida, pero ¿por qué se ha vuelto tan popular en los últimos años? La respuesta es más compleja de lo que puedas pensar.


¿Qué es el minimalismo?

Primero hay que decir que este estilo es todo lo contrario al maximalismo, es decir el gusto estético por el exceso, de manera que el minimalismo busca contrarrestar ese anhelo constante de lo material, reduciendo todos los detalles al mínimo para llegar a lo verdaderamente esencial.

Es probable que asocies este término con muros blancos y una apariencia muy austera y es que es verdad que los espacios con mucho orden y armonía con formas geométricas y materiales simples son la esencia de esta corriente, sin embargo no por esto carece de diseño, color y textura.

Su objetivo es crear ambientes sin mucho ruido visual que inviten a la tranquilidad, por ello se busca priorizar la organización y dejar las superficies limpias, incluyendo pocos elementos, pero con gran peso, que hacen que los espacios luzcan más amplios y luminosos.

¿Cuál es la psicología detrás del minimalismo?

Como te mencionamos este movimiento intenta romper con ese anhelo de lo material, pues el consumismo al que estamos acostumbrados es un factor que desencadena estrés, ansiedad y frustración, por lo que integrarlo como filosofía de vida puede resultar una buena terapia.

Según Xavier Paredes, autor del libro Breve guía para ordenar tu casa, cambiar tus hábitos, aumentar tu felicidad y vivir una vida plena, esta cadena comienza cuando nos sentimos frustrados cada vez que creemos necesitar algo y no podemos costearlo, después viene la ansiedad cuando queremos hacer compras de inmediato y por último el estrés llega cuando pensamos en aquello que no debimos haber comprado y, peor aún, no podemos devolverlo.

La fundadora y directora del Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult en Barcelona, la psicóloga Miriam Bosch, considera que este malestar emocional también se debe a la creencia de que comprar nos hará sentir mejor, sin embargo esta ilusión de tener algo nuevo dura poco para volver a necesitar algo más. De manera que el minimalismo ayuda a liberar esta ansiedad por las compras al vivir solamente con lo esencial y separando la felicidad del consumo.

Según la psicología los objetos también pueden tener un componente emocional, en algunos casos representa un apego o dependencia. Llevar el minimalismo a nuestras vidas sirve como herramienta para conocer de qué nos podemos desprender y hasta qué punto podemos lograrlo.


Beneficios del minimalismo

Distintos autores y diseñadores sostienen que el minimalismo tiene más de una ventaja, la más destacada es el ahorro de dinero que se consigue al no invertir en cosas que no necesitas, brindando una tranquilidad económica.

También al evitar sobrecargar tus muebles de objetos será más sencillo mantener el orden de tu hogar y reducirás el tiempo de limpieza.

En 2019, la compañía de mobiliario IKEA determinó mediante un estudio en España que sus ciudadanos perdían 5 mil horas de su vida buscando cosas que perdían en su propio hogar. ¿La razón? El orden. Un 36 por ciento mencionó no tener tiempo para hacerlo, un 25 por ciento dijo no tener interés y un 22 por ciento declaró que le resultaba complicado ordenar tantas cosas. A pesar de esto, para el 86 por ciento tener la casa en orden generaba una sensación placentera y de bienestar.


¿Cómo adoptar el minimalismo en el hogar?

La limpieza es el primer paso, trata de eliminar todo aquello que no hayas utilizado en un año y que ha estado ocupando espacio en tus habitaciones. Ve quitando excesos en tus muebles que estén a la vista. Te sorprenderá la cantidad de cosas de las que puedes deshacerte.

Aquello que utilizas una o dos veces a la semana puedes guardarlas en contenedores de plástico o canastas que puedas colocar en un lugar específico para que estén a tu alcance sin estar esparcidas por la casa. Conforme tu espacio quede limpio, puedes ir integrando algo de decoración como jarrones, macetas, cuadros de estilo minimalista. Recuerda que vas en contra de la saturación.

Mantener el habito de no volver a acumular objetos te ayudará a mantener el orden y te acercarán al minimalismo, en poco tiempo te darás cuenta del giro que estará teniendo tu vida.


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