Finalmente vimos a Michelle Salas personificada por Macarena Achaga en la serie de Luis Miguel, este era uno de los highlights más esperados por todos los fans desde el inicio de la bioserie, desde entonces el público ha querido conocer más detalles de su vida, y aunque al igual que su padre la ha mantenido en privado, hay algunos aspectos que ha dejado ver en su Instagram, entre ellos sus hermosos apartamentos.
Michelle no es solo "la hija de El Sol", en realidad es diseñadora de modas por la prestigiosa escuela neoyorkina Parsons, esto le ha permitido desarrollarse como modelo e influencer y trabajar con marcas como Dolce & Gabbana, Tommy Hilfiger o Michael Kors, de hecho su pasantía fue con Carolina Herrera. Esta faceta le ha permitido costearse una lujosa vida en Estados Unidos, específicamente en Miami. En la misma ciudad en la que reside el cantante.
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Aunque la relación padre-hija no es la mejor, hay que decir que su decisión de abandonar el país fue influenciada por el mismo Luis Miguel. En un Instagram Live con la también influencer Jimena Longoria dio detalles de ello:
"Me fui de México a los 18 años porque mi papá vivía en Los Angeles, entonces como que llegó un momento en el que me dijo: 'mira las cosas están muy feas en México y tal' y en verdad como que yo llevaba toda mi vida ahí y me pareció como que una buena oportunidad mudarme a Estados Unidos", dijo.
Pero Michelle estuvo ahí poco tiempo, pues se mudó a Nueva York para estudiar, aunque después volvió a California. Hoy su vida es en Miami y aunque se encuentra cerca de su padre la convivencia con él es prácticamente nula.
Su apartamento se encuentra dentro de uno de los complejos más lujosos en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, el cual cuenta con amenidades como alberca privada y jacuzzi. El estilo de sus interiores se define a través del blanco y negro sin llegar al minimalismo, algunas alfombras y cuadros forman parte de su decoración, lo que demuestra que para ella la regla del diseño less is more puede lucir glamurosa y sofisticada al mismo tiempo que atrae paz y armonía.
Y es que no se necesita de mucho para adornarlo, sus grandes ventanas y su amplia terraza muestran los edificios de la ciudad y el panorama del mar; suficiente para tomar protagonismo del interiorismo.
Este fue el lugar en el que la modelo decidió pasar su cuarentena y celebrar su cumpleaños número 31.
A pesar de lo irresistible que puede ser dejar Miami, Michelle aún conserva su apartamento en Nueva York, y en realidad está aquí la mayor parte del año por cuestiones de trabajo. Este es pequeño, pero muy chic. Tiene mucho color, texturas y patrones. Su sala tiene un muro de acento en un tono intenso de azul que hace juego con su sofá, justo a un lado se encuentra su compacta, pero moderna cocina, muy al estilo neoyorkino.
Esta área del living room también se encuentra su oficina decorada con espejos hexagonales y un rincón de lectura con un cómodo sofá amarillo. Aunque las áreas sociales tienen una vibra muy colorida, Michelle optó por el clásico blanco y negro para su habitación. Incluso en la Gran Mazana puede darse el lujo de contar con una habitación dedicada completamente a su guardarropa.
Es así como Michelle Salas demuestra que no solo tiene buen ojo para la moda, sino también para el diseño de interiores.