Nada como Hong Kong para ese orden visual que hipnotiza a la creatividad. Especialmente cuando se trata de arquitectura con curaduría. El laboratorio de repostería Eat Darling Eat es la nueva propuesta por parte del diseñador de interiores chino-canadiense Nelson Chow de NC Design & Architecture Ltd (NCDA) para los amantes de los postres; el espacio es tan dinámico y atractivo que los usuarios no solo van simplemente por “algo dulce”, sino a vivir una experiencia completa.
Celebrando el arte de la repostería, la decoración del lugar cuenta con colores provocativos que saltan a los ojos, como rosas y amarillos fluorescentes, aunados con ciertas texturas que entretienen a los mismos comensales en sus dos plantas. El diseño atribuye a una era postmoderna casi futurística, pero al mismo tiempo experimental, que incorpora elementos decorativos con lo caprichoso que se escapa de todo lo convencional. Y justo ese es el objetivo: algo completamente fuera de la cultura tradicional.
Los asientos de forma tubular rematan en cojines con forma de donas que parecieran estar sostenidas por una gelatina acrílica. La barra principal pareciera una escalera rebelde que no tiene razón de ser y que no va hacia ningún lado. Los bancos también recuerdan a unas gigantes rebanadas de pastel.
En el primer piso existe un concepto de apertura, donde un vidrio amarillo semitransparente invita a los clientes a presenciar que el piso superior tiene una vibra más teatral de piso y cielo rosado que también regala una mayor privacidad por la distribución de sus mesas en tonos neón y reflectivas, con formas orgánicas, mientras que los muros de concreto pulido están decorados con ilusiones ópticas. Una completa locura bien planificada en busca de una nueva y muy necesaria utopía en una ciudad que respira creatividad y marca coloridas tendencias para el resto del mundo.