Las oficinas y los coworking se han visto obligados a cambiar sus modelos a causa de la pandemia del covid-19, una situación que vino a replantear la idea de cómo se están creando estos espacios.
Muchas compañías se encuentran adaptando su infraestructura para seguir funcionando bajo una nueva normalidad. Ante este panorama SpAce, la firma de diseño y arquitectura internacional especializada en la conceptualización de oficinas, ha desarrollado una certificación "covid free spaces" que permita regresar con seguridad. Juan Carlos Baumgarther, arquitecto de este despacho, comenta que este modelo que estamos a punto a ver está basado en el distanciamiento físico, un nuevo concepto de higiene y en el home office.
Actualmente se ha implementado un protocolo de limpieza exhaustivo, sin embargo sin una vacuna y ante el miedo de vivir un nuevo brote de infección seguirán existiendo limitaciones relacionadas con la movilidad y la higiene por un largo tiempo. Estos son los puntos principales que estamos a punto de ver.
Espacios low touch
Las nuevas tecnologías será una de las grandes apuestas para crear espacios autónomos y reducir los puntos de contacto que representan un foco de infección. A medida de lo posible los interruptores desaparecerán, las persianas manuales serán automatizadas para controlar la entrada de luz y la privacidad, los sanitarios y lavabos inteligentes dominarán sobre los convencionales, además las puertas con sensores de proximidad se deberán implementar en todas las áreas, y aquellas que requieran mayor privacidad necesitarán una cerradura digital a la que puedas acceder con una tarjeta o un aplicación móvil. Estas soluciones hasta hace unos meses parecían un lujo, sin embargo el precio a pagar será mínimo en comparación del cierre de un negocio debido a una enfermedad.
Oficinas y salas de juntas
Se ha demostrado que las oficinas con asientos asignados son las más sucias y es que es muy común que el staff de limpieza reciba instrucciones de no tocar nada del escritorio. Así que estos espacios sufrirán uno de los mayores cambios: los cubículos de un metro tendrán que desaparecer y se convertirán en áreas de trabajo abiertas sin espacios asignados, a manera en cómo funcionan las bibliotecas, y para contrarrestar los efectos negativos se implementarán lockers y cajones de almacenamiento para artículos personales. Además estos puntos de trabajo deberán ser reorientados para que las personas no se encuentren directamente.
Las salas de juntas y auditorios tendrán que reducir su capacidad a la mitad para lograr la sana distancia, pero también el diseño de estas áreas será cada vez más grande para alojar un mayor número de personas. En caso de que el número de participantes supere el límite establecido será necesario apostar por una videoconferencia para evitar la saturación del lugar.
Comedor y áreas de relajación
Probablemente estos sean unos de los espacios que requieran más atención y es que la hora de comida es el momento en que se concentra una gran cantidad de personal en un solo lugar. Los comedores ahora deberán tener una capacidad limitada para tener una distancia entre comensales, tal y como lo están haciendo los restaurantes, pero al mismo tiempo su diseño exigirá ser cada vez más amplio para tener un mayor flujo de aire, incluso también irán hacia el exterior a manera de terrazas para evitar los lugares cerrados; y en la medida de lo posible se integrarán equipos automatizados para surtir los alimentos.
Todo está será posible con una reducción de personal en los corporativos que se logra con una estrategia de home office a la par, incluso se habla de una semana laboral de cuatro días con horarios escalonados para reducir la densidad.