Al ser básicamente parte de la realeza de Hollywood, no nos extraña saber que Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas tiene exclusivas propiedades alrededor del mundo. Sin embargo, están por deshacerse de una de ellas en Nueva York.
Y es que, la pareja se prepara para despedirse de una de sus más preciadas residencias: su majestuosa mansión de 1929 en Irvington, Nueva York, la cual tiene un valor de varios millones de dólares. Sigue leyendo y entérate de los detalles.
Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas ponen a la venta su mansión
De acuerdo con medios internacionales, Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas han decidido poner a la venta su espectacular mansión en el condado de Westchester, Nueva York, ya que sus hijos han crecido y dejado su hogar familiar.
La pareja ha disfrutado de la propiedad desde 2019, pero con sus hijos de 21 y 23 años, comenzando nuevas etapas en sus vidas, los actores sintieron que era el momento adecuado para seguir adelante.
En palabras de Zeta-Jones al The Wall Street Journal, "Cuando compré nuestra casa en Irvington, sabía que nuestra familia compartiría muchos momentos felices aquí, y lo hemos hecho". Ahora, esa felicidad puede pasar a las manos de alguien más que esté buscando un hogar lleno de historia y lujo.
Así es la mansión de Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas
Situada en un terreno de 12 acres, la residencia, conocida como Longmeadow, se extiende por un generoso espacio de 11,653 pies cuadrados, distribuidos en cuatro pisos, según Realtor.com. Cada rincón de esta casa desprende elegancia, desde la logia de mármol negro hasta la terraza al aire libre que ofrece vistas espectaculares al río Hudson.
Y eso no es todo: los futuros propietarios también podrán disfrutar de una piscina cubierta climatizada, perfecta para esos fríos inviernos neoyorquinos, de los cuales se ha vuelto famosa la ciudad.
En total, Longmeadow cuenta con ocho habitaciones, todas en suite, y 12 baños. El toque de lujo no se queda ahí: la propiedad también alberga una galería interior, una cocina de verano ideal para disfrutar de las noches al aire libre y una decoración cuidada al detalle.
Entre sus características más destacadas está el comedor con una vibrante pared roja, un diseño que se repite en otras áreas de la casa, como la sala de estar.
La cocina no se queda atrás en términos de estilo. Con elegantes colgantes dorados que cuelgan sobre la isla central, es el lugar perfecto para inspirar a cualquier chef, ya sea profesional o aficionado.
Pero el verdadero corazón de la casa podría ser su magnífica biblioteca. Con paneles de madera y estanterías empotradas que alcanzan dos pisos de altura, esta sala parece sacada directamente de un set de televisión, transportándonos a la era de Bridgerton.
Sin embargo, si hay algo que verdaderamente distingue a esta residencia son sus baños. Equipados con chimeneas de mármol de Carrara, estas habitaciones combinan el confort con el lujo en su máxima expresión. Imagina disfrutar de un baño relajante junto al calor de una chimenea.
El agente encargado de la venta, David Turner, de Compass, ha destacado que esta propiedad tiene todo lo que un comprador de alto perfil podría desear. Desde los detalles arquitectónicos hasta los espacios abiertos y privados, Longmeadow es un testimonio del buen gusto y la búsqueda del lujo sin sacrificar el confort.
Si bien $12 millones puede sonar como una cifra impresionante, no hay duda de que esta residencia tiene un valor innegable. De hecho, si la venta se realiza al precio de lista, la pareja se llevará una ganancia significativa de $7.5 millones, teniendo en cuenta que originalmente adquirieron la casa por una cifra considerablemente más baja.
¿Lo sabías?