Debido a la pandemia de coronavirus a la que se enfrenta el mundo, en México se anima a las personas a trabajar desde casa si tienen la posibilidad de hacerlo. Afortunadamente muchos ya conocían el home office, pero hay otros que lo están haciendo por primera vez y no se acomodan a las diferencias.
Por supuesto, trabajar desde casa tiene múltiples beneficios: ahorras en combustible o pasajes, evitas el transporte público, y no tienes que quitarte la pijama durante el día. Sin embargo, pese a sus grandes ventajas, es imposible notar que también conlleva tentaciones y distracciones que podrían afectar nuestro trabajo.
El home office puede aumentar nuestra productividad, pero sólo si aprendemos a hacerlo de forma correcta.
¿Ves? No es tan fácil como parece, pero tampoco es imposible.
Elige un horario
Por fortuna puedes despertar un poco más tarde porque evitarás transporte público o utilizar el coche para llegar a la oficina. Pero eso no quiere decir que puedas despertarte a la hora que quieras y prender la compu cuando te acuerdes.
Si quieres que el home office sea más sencillo, elige un horario para trabajar. También tendrás que agregar breaks a ese horario para desayunar, comer, e incluso descansar.
Configura una buena oficina en casa
Trata de mantenerte alejada de las áreas de tráfico y busca un rincón tranquilo de la casa, si es posible. Si hay una ventana cerca, mejor, para que no te sientas encerrada. Si puedes, decora tu escritorio con una planta o algo que sea pacífico al mirar.
Y deja suficiente espacio para poder tener todo lo que necesitas para realizar tu trabajo fácilmente.
Considera tus distracciones, no las elimines
Es fundamental levantarte de la compu, cerrar los ojos y descansar, al menos unos 5 minutos. Y para eso serán importantes las distracciones. Tal vez sea un libro, una aplicación en tu teléfono, o una red social. Elige tu arma y mantenla cerca para que puedas recompensar tu arduo trabajo con breves descansos.
No tengas tu teléfono, ni tus distracciones a la vista, o terminarás cediendo a la tentación.
Ponte cómoda
No tan cómoda como para tener sueño mientras estás trabajando, pero sí lo suficiente como para enfocarte y ser más productiva en frente de tu computadora.
Invierte en una buena silla y asegúrate de estar sentada en una posición ergonómicamente correcta. Si te sientes incómoda durante mucho tiempo, no vas a trabajar bien. Y seguramente tu cuerpo te lo recordará cada noche.
Toma diferentes breaks durante el día
No parece la gran cosa, y tal vez lo que prefieras sea acabar más rápido en lugar de alargar tu horario de trabajo, pero te sorprender la gran diferencia que pueden hacer los breaks.
Recude la fatiga visual siguiendo la regla 20-20-20. Cada 20 minutos, deja de mirar tu pantalla y mira algo a 20 metros por 20 segundos. Tus ojos te lo agradecerán.
Limpia despiadadamente y con frecuencia
Las cosas tienen la mala costumbre de acumularse en un hogar, especialmente si hay niños en casa.
Acostúmbrate a purgar tu oficina de papeles, plumas, libretas, tazas de café, chucherías y cualquier otra cosa que esté ocupando espacio y no tenga ningún propósito.
Resiste la necesidad de usar ese espacio como almacenamiento. No podrás comenzar tu rutina de trabajo desde casa con una mentalidad clara y enfocada si estás rodeada de cosas que estorban.
Trabajar con propósito
Haz una lista de tareas que debes completar todos los días, y hazlas. Asegúrate de que todo lo que necesitas para realizar tu trabajo esté disponible, ya sea en tu oficina o en la computadora. Y, a medida que vayas avanzando, tacha los elementos de la lista que termines.
Pon límites en casa
Lo más seguro es que no estás haciendo home office sola, y por eso tendrás que recordarle a tu familia o roomies que trabajar desde casa significa “trabajar”.
Ya sea que tus hijos estén aburridos o tu pareja necesite hablar contigo, es importante ponerles límites, especialmente si ellos no tienen nada qué hacer. Recuerda, es importante emular un horario de oficina habitual, así que no abras la puerta si no estás disponible, pues a pesar de estar en casa, en realidad es una hora de trabajo.
Vístete como un adulto
Es un muy mal hábito estar en pijama todo el día. Mejor no lo hagas. Si bien no es necesario ponerse traje o tacones, sí te animamos a vestirte un poco mejor para trabajar. De esta forma también estarás preparada para una videollamada, que luego llegan a ser espontáneas.
¿Estás haciendo home office?