Terminar una relación siempre es doloroso, no importa que hayan estado juntos algunos meses o un par de años, siempre existe un grado de duelo que vuelve difícil la despedida. Sin embargo, en ocasiones se nos presentan circunstancias que nos hacen pensar si es momento de terminar y enfrentarnos a este panorama.
El quiebre de una relación se puede dar por diferentes factores, en ocasiones es posible salvar la historia de amor que se ha construido, pero otra veces lo mejor es decir adiós y tomar caminos separados. Los psicólogos consideran que en la mayoría de las ocasiones las personas terminan separándose por un punto de inflexión, enamoramiento de alguien más y violencia.
Ser la persona que pone punto final a la relación es tan doloroso como ser el otro que recibe la noticia, y muchas veces esta decisión se posterga intentando evitar los sentimientos de tristeza, a la vez que persiste la falsa esperanza de que todo pueda solucionarse, sin embargo mientras más tiempo pase, más difícil se volverá dar este paso.
Aunque la duda de terminar o no puede persistir un tiempo, generalmente se conoce la respuesta y llegamos a esta conclusión después de preguntarnos si esto es lo que realmente queremos y cómo sería la relación al paso de un año o cinco años.
Esta perspectiva puede hacernos tomar una decisión más razonada y consciente, pero si aún persisten dudas unas cuentas preguntas para revisar tu situación actual pueden ser muy útiles.
Test: Cómo saber si es momento de terminar mi relación
El hecho de ya haber llegado a este punto indica que tu relación no va por buen camino y que crees que necesitas un cambio en tu vida, comenzando por la soltería, por ello hemos reunido los puntos clave que plantean los psicólogos y especialistas en terapia de pareja para que sea más fácil saber si necesitas terminar o puedes salvar la historia de amor.
- ¿Se ha perdido la confianza mutua?
- ¿La complicidad de pareja se ha perdido, es decir, se sienten ajenas?
- ¿Han entrado en una dinámica tóxica? (Faltas de respecto, codependencia, etc.).
- Ya no existen los mismos planes de vida.
- ¿La relación suma o resta en tu vida?
- ¿Uno de los dos (o los dos) no está dispuesto a cambiar pese a que le hacen ver sus errores? Argumenta "quien tiene que cambiar eres tú", "yo estoy bien y tú estás mal" o similares.
- La vida sexual se ha vuelto dañina. (Te hace sentir mal, manipulada, desacuerdos en los métodos anticonceptivos, etc.).
- ¿El amor se acabo? Es decir, los sentimientos de afecto por esa persona disminuyeron.
En ocasiones una terapia de pareja puede solucionar la situación, pero en otras pese al empeño que se le ponga no hay más remedio que terminar.