No todas nacimos con el talento para cuidar las plantas, pero afortunadamente hay tips, trucos y guías para aprender a hacerlo. Además, entender las necesidades de tus plantitas te ayudará a respirar aire más limpio, tener un espacio libre de estrés y agregarle más frescura a tu hogar.
Tal vez creas que no naciste para tener plantas en casa después de haber tenido diferentes malas experiencias, pero no es cosa de suerte o habilidad; el chiste está en ponerle atención a tus plantas.
TODOS tenemos la oportunidad de cultivar el talento de cuidar y crecer plantas, sin embargo, es imprescindible entender los cuidados básicos y poner atención a lo que tratan de decirte todos los días.
Elige la planta correcta
Sin importar qué tan emocionada y positiva seas, no vas a poder crecer un naranjo en el Sahara. Algunas plantas están destinadas a morir en tu casa, y no porque no tengas el talento, sino porque las elegiste incorrectamente.
Aunque las rosas se vean hermosas, se marchitarán si permanecen dentro de una casa. Lo ideal es acudir a un lugar específico para comprar plantas para que te orienten a elegir la correcta para tu hogar y estilo de vida.
Si eres muy distraída y olvidadiza, los cactus y las suculentas apreciarán tu negligencia. Y también debes considerar si tienes mascotas, pues hay plantas hermosas, pero tóxicas para los animalitos.
Conoce tu espacio
Asegúrate de que la planta que quieres es perfecta para tu casa o departamento. Considera factores como: luz (lo más importante), temperatura y humedad.
La siguiente pregunta es posiblemente una de las más importantes: ¿qué tanta atención le vas a dar a tus plantas?
Cosas que necesitarás
Cuando la planta está en un jardín, sus raíces pueden expandirse para encontrar nuevos nutrientes. Pero cuando tu planta está en una maceta, tú tendrás que darle los nutrientes que necesita.
El fertilizante es el primer nutriente importante. Con el tiempo, la planta agotará sus nutrientes y puedes volver a plantarla o fertilizarla, o ambas.
Además de fertilizante, asegúrate de comprar una maceta con hoyos de drenaje. Si no los tiene, tendrás que ser más cuidadosa con el riego.
Llegando a casa
Ok, ya tienes tu hermosa planta, tu maceta y tu fertilizante, ¿y ahora? Primero, debes pasarla a su maceta, la cual debe ser al menos unos centímetros más grande que la que tiene actualmente. Si todo sale bien, tu plantita crecerá.
Y si tienes más plantas en casa, lo ideal es poner la nueva en cuarentena para evitar infestaciones. De hecho, si quieres ser aún más cuidadosa, puedes aplicar un insecticida para matar cualquier insecto que traiga.
El cambio es malo
Las plantas son sensibles al cambio. Son lentas en adaptarse a los nuevos entornos. Si la ves bien, no la cambies de lugar, mejor déjala florecer.
Si necesitas transferir Tu planta a una nueva ubicación o departamento, tendrás que hacerlo lentamente. Exponla a los nuevos elementos poco a poco hasta que sientas que es suficiente. Pero ten mucho cuidado al hacerlo.
Luz adecuada para tus plantas
Si no sabes dónde poner tu planta, colócala por la ventana. La luz es la comida de las plantas. Si les das poca luz, prácticamente la pondrás a dieta.
Y entre más grande sea la planta, más luz necesitará. Si bien una planta puede comenzar en una mesa de centro recibiendo algo de luz solar indirecta, a medida que crezca, necesitará más.
Agua suficiente para tus plantas
El riego parece lo más complicado, pero es así de fácil: agrega agua cuando la tierra esté seca.
- No cuentes los días: Siente la tierra cada par de días. Si está seca, agrega agua. Hay plantas que, dependiendo de la temporada, se secan más rápido o más lento. Pero eso sí, usualmente no pasa más de 2 semanas.
- Toca la tierra: No veas la tierra, siéntela con tus propias manos y explora los primeros centímetros. Si está húmeda y tiene olor, está muy mojada y podría morir tu planta. Si está muy seca y arenosa, necesita agua.
- Tipo de agua: Usa agua tibia; la mayoría de las plantas no vienen de áreas frías, y el agua cálida se absorbe rápidamente en la tierra. Ten cuidado de dirigir el agua en la base de la maceta. Si rocías el agua en toda la planta, corres el riesgo de que una infección u hongo se adhiera a las hojas. Riega un poco al principio, espera a que el agua se absorba y sigue hasta que el agua se acumule en el platillo.
Señales de que algo anda mal
- Las raíces se están pudriendo: Si la tierra es blanda y las raíces se están saliendo de la maceta, estás regando demasiado.
- Los bordes se vuelven negros: Mucha gente cree que esto es por la poca humedad, pero no siempre es así. A veces es un hongo que se está comiendo las hojas.
- Hojas amarillas: Podría ser cualquier cosa. Las hojas amarillas son solo una señal de advertencia. Tal vez hace mucho calor, mucho frío, hay poca agua, o mucha humedad. Una hoja amarilla no es necesariamente un grito de ayuda. Si el resto de la planta se ve perfectamente verde, a veces es solo una hoja vieja que se está muriendo y esto es perfectamente natural y normal ".
- Hojas arrugadas o caídas: Estás regando poco y tu planta tiene sed.
- Las hojas inferiores son: Esta es una señal de exceso de riego.
- Hojas caídas: Las hojas caídas son comunes en interiores porque no hay suficiente luz. Las plantas no ven la luz como nosotros, y la luz es su alimento. Y si no hay alimento, no hay hojas
- Mosquitos: Si ves mosquitos, estás regando demasiado y no dejas que se seque por completo la planta.
¿Cuáles son tus tips?