No es necesario perder a nuestros padres para que los abuelos se dediquen a criarnos como sus propios hijos. De hecho, bajo la tradición mexicana, ellos están obligados a consentirnos más de lo que debería estar permitido. Y por eso y mucho más, son los favoritos dentro de muchas familias.
En este día del abuelo, les dedicamos una carta a aquellos abuelos que estuvieron ahí en las buenas y en las malas, los que se han quedado a vernos crecer, y los que se nos fueron a destiempo, pero que jamás serán olvidados. Para ellos, todo nuestro amor y más: todo lo que se merecen.
Queridos abuelos,
Sé que hay momentos como nietos en los que nos olvidamos de recordarles lo importantes que son en realidad y cuánto dan forma a nuestras vidas a diario. No son sólo mis abuelos; son uno de mis modelos a seguir más importantes y un gran sistema de apoyo sólido.
Hay tantas cosas por las que necesito agradecerles que no escuchan a diario. Gracias por estar siempre a mi lado en todo lo que hago en la vida. Desde que era pequeña, han estado en todos los eventos de mi escuela a los que fueron invitados, han animado los eventos deportivos y siempre se aseguraron de que tuviera lo que necesitaba (especialmente si mis padres no me lo daban).
Gracias por ser oyentes maravillosos, ya sea que algo me moleste y necesite su consejo o simplemente divague sobre nada importante. Gracias por ser mis compañeros de compras y lidiar con mi indecisión cuando se trata de lo que quería cenar.
Sé que lidiar con mi terquedad puede afectar a alguien, pero siempre lo manejan como campeones a la hora de ser importante. Siempre saben qué decir para mejorar las cosas y hacer que las cosas tengan sentido. También sé que cada vez que voy a su casa nunca tengo que preocuparme por salir con hambre porque siempre tienen algún tipo de bocadillo esperándome.
Me han enseñado que es importante ser una mujer independiente y poder tener la capacidad de cuidarme a sí misma sin tener que depender de nadie más. Me empujan a seguir mis sueños y cuando tengo ganas de rendirme me recuerdan que están al alcance de la mano si intento un poco más.
Nunca olvidan mi cumpleaños e incluso cuando no creo que sea gran cosa, siempre se aseguran de recordarme lo especial que soy. Me dicen que soy hermosa incluso después de sentir que me veo como si acabara de despertar. Y no se trata de decirme que mi apariencia exterior es hermosa, me recuerdan que mi verdadera belleza proviene de adentro y que mi personalidad y mi alma siempre están en el lado más brillante de la vida.
Si volvemos a hablar de comida, estoy bastante segura de que nadie tiene mejores recetas mi abuela, y cuando voy, siempre tiene una de mis cosas favoritas disponible, aunque no sé si podría elegir solo uno al final del día.
Se mantienen al día con las últimas tendencias de moda, la mejor música nueva y puedo contar con ustedes para tener las puntuaciones de las medallas de los Juegos Olímpicos. Qué suerte tengo de tener abuelos aventureros y abiertos a nuevas ideas.
Son las personas más fuertes que conozco, luchan y preservan a través de cualquier cosa que se les presente. Dan pero no toman, se preocupan pero no juzgan con demasiada dureza y ponen a su familia antes que a los demás.
Son honestos, amables, cariñosos, inteligentes, divertidos y todo lo que espero que mis nietos piensen de mi en el futuro. Nunca dejan de hacerme sentir amada, importante y respetada.
Prometo mantener siempre cerca de mi corazón todos los valores que me han transmitido, nunca dejar que nadie se aproveche de mí y mostrar amor y compasión a todos los que conozco.
No podría imaginar un mundo en el que no fueran parte de él y estoy muy contenta por todos los recuerdos que hemos creado y todos los recuerdos que aún están por venir.
Así que desde el fondo de mi corazón, aunque nunca será suficiente, gracias por todo lo que hacen por mí, sin pausa y sin dudarlo.
¡Los amamos!