Esta carta es para esas mamás que todos los días se despiden de sus hijos queriendo envolverlos en un abrazo eterno, pero tienen que salir a trabajar para cubrir los gastos del hogar. ¡Mamá no estás sola! Para tus hijos lo eres todo, aunque otros te critiquen.
Ves como otras mamás se quedan en casa con sus hijos y anhelas poder hacer lo mismo, por desgracia las cuentas no lo permiten y te marchas todos los días con una inmensa culpa por no poder quedarte a ayudarme a hacer la tarea o preparar la comida, pero yo te entiendo y te admiro.
Admiro tu valentía para ir en contra de lo que otras personas esperan de ti, pero no hay mamá perfecta y necesitas dejar de compararte con tus amigas o las vecinas. Valoro cada minuto que me dedicas, porque en cuestión de tiempo, no se trata de cantidad sino de calidad.
Al salir a trabajar me demuestras tu fuerza y tu preocupación porque nada nos falte, nunca diré que tuve una madre ausente, porque para mi eres una mujer responsable en el trabajo y en el hogar.
Cuando crezca quiero ser una mujer fuerte, valiente y emprendedora como tú. Eres mi más fuerte inspiración para luchar por mis sueños. A veces las cosas se van a complicar, lo se porque te he escuchado llorar.
Tienes derecho a llorar, gritar y decir ‘ya no puedo más’, aun así, te seguiré amando igual. Te agradezco la vida y el ejemplo. Te elegiría como mi madre mil veces, porque cuando sales muy temprano de casa para trabajar me demuestras que nuestro amor es más fuerte que la distancia y que la palabra imposible no existe en tu diccionario.
Recomendaciones para las madres que trabajan
Sabemos lo complicado que puede llegar a ser el día de una madre trabajadora, pero existen tres aspectos que no debes pasar por alto para cuidar de tu bienestar físico y mental.
Crea una rutina: establece una rutina diaria para ti y para tus pequeños, esto te ayuda a ahorrar tiempo y a mantener todo bajo control, claro que cuando sucedan eventos inesperados toca mantener la calma y ser paciente contigo misma y tus hijos.
Delega tareas: aprende a delegar tareas en tu familia, pareja, amigos o incluso contratando una niñera. No tienes que hacer todo tú sola, y es importante pedir ayuda cuando la necesites, quienes te aman estarán contentos de poder ayudarte.
Sé amable contigo misma: Date permiso para cometer errores y no te castigues por no saber hacer todo perfectamente, no te compares. La mayoría de las madres trabajadoras tienen que equilibrar muchas cosas en su vida, y es posible que a veces se sientan abrumadas. Trata de ser amable contigo misma y celebra tus logros por muy pequeños que sean.