El cuidado de la piel es una tendencia que ha aumentado en los últimos años, por lo cual las rutinas de skincare y tratamientos para mantener una piel hidratada, saludable y joven han tomado fuerza. Tal es el caso de los bioestimuladores de colágeno que ayudan a retrasar los signos de envejecimiento.
Según Harmony & Health, a partir de los 25 años, la producción de colágeno comienza a disminuir, lo que puede llevar a la pérdida de firmeza y elasticidad en la piel. Esta proteína esencial constituye el tejido conectivo y es responsable de mantener la piel radiante y juvenil. Con el tiempo, la falta de colágeno puede dejar el rostro sin su contorno natural, evidenciando signos de envejecimiento como arrugas y flacidez.
¿Qué son los bioestimuladores de colágeno y cómo ayudan a retrasar los signos de envejecimiento?
Los bioestimuladores de colágeno son sustancias inyectables diseñadas para estimular las células de fibroblastos del cuerpo, promoviendo así la producción de colágeno. Este tratamiento esencial puede ayudar a mantener o restaurar la firmeza y elasticidad de la piel, proporcionando una apariencia más juvenil y saludable, según se menciona en un artículo del Instituto José Cortés.
Una de las principales ventajas de los bioestimuladores es su biocompatibilidad y bioabsorbibilidad. Estas sustancias no dañan el cuerpo y se absorben naturalmente con el tiempo, lo que resulta en una apariencia más natural y duradera. Al suavizar los signos del envejecimiento y tratar la flacidez de la piel, los bioestimuladores ofrecen resultados visibles y satisfactorios.
¿En qué partes del cuerpo se pueden aplicar los bioestimuladores de colágeno?
Los bioestimuladores de colágeno se pueden aplicar en diversas áreas del rostro, como el mentón, el contorno de la boca y el cuello, así como en otras partes del cuerpo, como las manos, los brazos y las piernas. Esto permite un enfoque integral para combatir los signos del envejecimiento y mejorar la apariencia general de la piel.
¿Cuánto duran los efectos de los bioestimuladores en el rostro?
Una pregunta común entre quienes consideran este tratamiento es la duración de sus efectos. Según expertos, el efecto de los bioestimuladores puede perdurar hasta dos años o más, dependiendo del tipo de sustancia utilizada y la zona tratada. Sin embargo, es importante destacar que este es un tratamiento médico estético que requiere una evaluación previa y un seguimiento posterior por parte de un profesional cualificado.
Tone Ortega, médico estético de KIOO Center and Beauty, explica que los resultados de bioestimuladores hechos a base de ácido poliláctico tienen una duración de hasta 24 meses, durante los cuales el paciente puede notar una piel más tersa, suave y de apariencia más jovial.
“Lo que ocurre en el paciente es un proceso de inflamación, usualmente en todos los tratamientos que usamos para regenerar el colágeno tenemos que provocar un daño. Este daño puede ser introduciendo la cánula para generar un proceso de inflamación que la célula responsable de preparar la piel, que se llama fibroblasto, se va a acercar a la zona donde dejemos el Sculptra (ácido poliláctico) y se lo va a comer, por así decirlo, durante 3 meses”, menciona el experto.
Es a partir de los 3 meses cuando se comienzan a ver los resultados de este proceso. El médico, quien forma parte de KIOO Center and Beauty, menciona que se recomienda comenzar con los bioestimuladores de colágeno a partir de los 30 años, pues después de los 25 años el cuerpo comienza a perder aproximadamente un 1 por ciento de este, cada año.
¿Qué efectos secundarios tienen los bioestimuladores de colágeno?
Como todo procedimiento médico, la inyección de bioestimuladores tiene algunos efectos secundarios; sin embargo, estos no representan un peligro mayor para los pacientes. El médico Tone Ortega explica que, además de moretones o inflamación, el riesgo más grave que puede crear el ácido poliláctico es un nódulo que se puede disolver fácilmente.
“Los efectos secundarios como cualquier procedimiento son que duela, que se inflame, que salga un moretón, todo eso es esperado. El más grave es que el organismo reconozca el ácido poliláctico y diga ‘esto no es mío’ y lo encapsule. A eso se le llaman nódulos o granulomas, son muy raros y se resuelven en las revisiones que se tienen con los pacientes, se inyecta esa bolita y se deshace”, explica Ortega.
¿Lo sabías?