Los tesoros pueden venir de cientos de lugares, sobre todo si los hemos guardado desde hace tiempo. Así pasa con un billete conmemorativo de una denominación de 1000 pesos con la figura de Sor Juana Inés de la Cruz que está siendo la sensación entre los coleccionistas.
Esta vez no solo tiene un valor enorme por su tiempo y su preservación, sino que también se ha convertido en una pieza histórica por ser uno de los primeros billetes en tener la famosa “marca de agua”.
Lo que debes de saber sobre el billete antiguo que se vende por miles
Una de las cosas más sorprendentes es que su venta no está regulada debido el año en que se expidió el billete, lo que significa que su valor no lo determina el mercado, el propietario del billete es quien pone el precio al momento de subastarlo.
Este pedacito de historia subastable en miles, se remonta a 1978, lo que lo hace perteneciente a una de las primeras familias de billetes determinadas oficialmente por el Banco de México. Fue uno de los primeros en imprimirse de manera nacional, pues antes de este año era una compañía americana la que imprimía los billetes.
Debido al paso del tiempo ha perdido su color durazno original, así como su valor, pues ahora solo representa aproximadamente un peso actual contra los mil pesos de su época.
¿Qué hace tan valioso al billete antiguo?
Está elaborado con papel de algodón y muestra una reproducción al óleo de Miguel Cabrera pintada en el siglo XVIII. Por el reverso se aprecia la icónica Plaza de Santo Domingo que está ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
La marca de agua que se presenta en el billete es la imagen de Sor Juana Inés de la Cruz en posición inversa, por lo que se necesita un espejo para verla al derecho y es posible ver la marca a contra luz.
Sus elementos de seguridad son rudimentarios, pero de gran valor para los coleccionistas, ya que este billete es difícil de conseguir por estar fuera de circulación debido al paso del tiempo y cambios en la moneda actual.