Es fácil identificarse con jóvenes que sólo buscan divertirse en compañía de sus amigos, pero la vida insiste en recordarnos que para divertirnos hay que aprender dos o tres cosas serias primero… después de todo, así es como reconocemos cuál es nuestro lugar en el mundo, ¿no es así?
‘Betty’, una serie creada y dirigida por la realizadora Crystal Moselle, está llena de momentos cargados con la reflexión anterior, pero también con tomas estéticas y mucho, pero mucho estilo. En términos generales, encaja en la descripción de un ‘coming of age’, con dosis ideales de comedia y personajes llenos de vitalidad e inquietudes contemporáneas que van desde la orientación sexual, las drogas, la sororidad y la emancipación.
La trama de la primera temporada —compuesta por seis episodios y transmitida por HBO— sigue a un grupo de jóvenes mujeres aficionadas al skate en la ciudad de Nueva York, y ha tenido un gran recibimiento gracias a su ágil y audaz narrativa. En Rotten Tomatoes tiene un 96% por parte de la crítica especializada, cuya percepción la destaca como una historia que, casi sin esforzarse, resulta cool y con insights valiosos sobre la juventud hoy en día.
Lo más interesante es ver la construcción de comunidad entre mujeres que se desarrollan en un ambiente históricamente dominado por hombres. La naturalidad y buenas relaciones que se observan en la pantalla entre las protagonistas (Dede Lovelace como Janay; Moonbear como Honeybear; Nina Moran como Kirt; Ajani Russell como Indigo; y Rachelle Vinberg como Camille) son reflejo de la relación que mantienen en la vida real, ya que forman parte de un colectivo de skaters que llamó la atención de Moselle en el primer instante que las vio en el metro de Nueva York.
A partir de entonces trabajó con ellas y juntas crearon la película ‘Skate Kitchen’ en 2018, donde las skaters interpretaron papeles ficticios basados en sus experiencia reales. El recibimiento de la crítica también fue favorable, y por ello ‘Betty’ resulta una extensión o spin off de ese universo.
Es refrescante ver la química entre las mujeres en ‘Betty’, así como el tratamiento que se da a ciertas cuestiones. Una de nuestras partes favoritas es cuando el personaje de Janay lidia con las acusaciones de acoso sexual hacia su mejor amigo hombre, a quien enfrenta, así como a la joven que lo acusa, y termina por cambiar su percepción por completo.
Es importante subrayar el trabajo visual que le da identidad a la serie, prácticamente cada toma podría ser una exitosa imagen en Instagram. Asimismo, las tomas de las chicas patinando son tan vibrantes que contagian su pasión por el skateboarding. Por supuesto, ayuda mucho tener como escenario las calles de Nueva York, pero impresiona ver lo bien construida que está la identidad de cada personaje en términos de estilo; cada una posee una personalidad que se refleja a la perfección en su apariencia, además, está en sintonía con la realidad del skateboarding, un deporte donde la estética y la forma de vestir son un statement relevante en muchos casos.
Resulta inspirador ver las relaciones que entablan las mujeres entre amigas y conocidas, una intención que alcanza su punto máximo en el momento en que todas se apoderan de un skatepark para patinar juntas, provocando la sorpresa de los hombres reunidos en el sitio.
Por último, llama la atención las similitudes que pueden encontrarse entre el trabajo de Moselle y ‘Kids’, una película de culto de 1995, que retrata la vida de jóvenes neoyorquinos con inquietudes y hábitos similares a los que se muestran en ‘Betty’. Sin embargo, ‘Kids’ deja un mensaje preocupante, sobre una juventud, aparentemente, en camino a la perdición, mientras tanto ‘Betty’ es más digerible y opta por plasmar otra cara de esta generación, demostrando que puede ser apasionada, empática y reflexiva. El mensaje al final es esperanzador.