El arquitecto canadiense Frank Gehry es reconocido por los peculiares e innovadores edificios que diseña, tal como su último proyecto en el Parc des Ateliers de Arlés, en la Provenza francesa.
Reflejando su estilo disruptivo, el edificio juega con los volúmenes, las ondas, y los materiales empleados aprovechando las formas para transformarlas y retorcerlas para crear cierto desconcierto entre los espectadores.
Su inauguración fue apenas el 26 de junio pasado y se convierte en el elemento principal de un complejo dedicado a la cultura, además de que se ha inspirado en las montañas circundantes de Arlés, la pequeña ciudad del sur de Francia donde Vincent van Gogh se instaló para crear alrededor de 300 dibujos y pinturas.
Para la fachada de la torre de 56 metros de altura se emplearon 300 paneles metálicos soldados entre sí, así como más de 10,000 bloques de acero inoxidable con un acabado reflectante. En la base se creó u atrio circular de cristal inspirado en el anfiteatro romano y en la planta superior una terraza panorámica con un bar.
“Queríamos evocar lo local, desde la Noche estrellada de Van Gogh hasta los cúmulos de rocas en alza que se encuentran en la región. Su tambor central se hace eco del plano del anfiteatro romano”, compartió el ganador del Premio Pritzker.
“La forma en que Van Gogh interpretó Les Alpilles influyó en el desarrollo del revestimiento exterior del edificio. El diseño de la torre busca capturar el movimiento con elementos discretos a través de una superficie”, agregó.
La torre Luma Arles es ahora un complejo artístico donde se albergarán exhibiciones, galerías de arte, espacios para proyectos culturales y para la investigación de la fundación LUMA que, desde el 2004 promueve la creación en las artes visuales explorando temáticas sobre el medio ambiente, la cultura, la educación y los derechos humanos.