No más aprendizaje sin diversión, un club infantil en Ucrania ha resuelto el dilema

ARQUITECTURA

Un nuevo espacio en donde la diversión y el aprendizaje se unen ha cobrado vida para convertirse en el nuevo it place de todos los niños.

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SVOYA Studio diseñó Hello Baby en Ucrania como un nuevo concepto de club infantil. (Fotografía: Alexander Angelovskyi).

Hello Baby es el nombre de este nuevo centro infantil que recién ha llegado a Ucrania, específicamente a la ciudad de Dnipro, en donde en pocos meses se ha convertido en uno de los lugares favoritos para decenas de pequeños y familias. La razón es su excelente ejecución de diseño y arquitectura de parte del estudio local SVOYA para crear una atmósfera apta para chicos y grandes.

El estudio multidisciplinario desarrolló todo un concepto para integrar salones de clases, espacios para el desarrollo y entrenamiento temprano, deportes y creatividad, además de entretenimiento y eventos. El resultado es un proyecto moderno, creativo e innovador que respeta la visión de los niños hacia el mundo que los rodea.

​Sin embargo también se pensó en el vínculo entre padres e hijos, por lo que más que un centro educativo trata de un club familiar en donde los adultos pueden estar cerca de los pequeños sin la necesidad de cumplir su rol de guía, pues la recepción del lugar combina una mini cafetería y una tienda de productos temáticos en donde los padres de familia pueden esperar mientras disfrutan de una bebida y un postre.

Todos los salones se conectan a través de pasillos diseñados en función del juego y están equipados con asientos estilizados sobre los muros. La idea es que los niños no identifiquen a este centro de aprendizaje como una escuela, sino como un lugar en donde se divierten.

SVOYA creó tres aulas para lecciones individuales muy cómodas, dos grandes salones que pueden combinarse gracias a sus muros de madera corredizos y uno más que puede adaptarse dependiendo las necesidades que surjan. Sin olvidar una sala de música y otra para la creatividad.

Hello Baby fue diseñado con tonos pasteles de azul, verde y rosa, sin embargo el protagonista es el salmón. Esta acertada paleta de colores en conjunto con el mobiliario y muros de madera, acompañados de cojines y pufs recrean una atmósfera de armonía que permite que los pequeños se relajen al mismo tiempo que evita la tensión durante el aprendizaje.

Cae señalar que el mobiliario fue implementado en función de las etapas de los niños, de manera que todas las salas, incluidos los baños, están adaptadas a su estatura.

Este club familiar promete revelar el potencial y la individualidad de cada niño dentro de un ambiente sano y seguro en donde puedan convivir y aprender al mismo tiempo que se divierten.

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