La Corona británica se encuentra de luto, esta mañana el Palacio de Buckingham anunció que Su Alteza Real, el príncipe Felipe, había muerto pacíficamente en el Castillo de Windsor, el lugar que habitaba junto a la reina Isabel desde 2020 cuando se decretó el confinamiento por la pandemia de Covid-19.
A este lugar se habían trasladado junto a un pequeño grupo de empleados conocido como la "burbuja" de Su Majestad. La "fortaleza", como también se le conoce, se ubica en un terreno de más de cinco hectáreas en Windsor, en el condado de Berkshire, a tan solo una hora de Londres. Es la propiedad más emblemática de la familia real solo por detrás del Palacio de Buckingham.
El castillo supera los 900 años de historia, comenzando en el siglo XI cuando el rey Guillermo I de Inglaterra, mejor conocido como Guillermo el Conquistador, ordenó su construcción. Desde entonces ha sido el hogar de 39 monarcas y ha sido el escenario de importantes bodas reales, como la del príncipe Harry y Meghan Markle.
También ha sido testigo de numerosos eventos trágicos, durante la Segunda Guerra Mundial fungió como refugio de la familia real ante los ataques aéreos. Incluso en 1992 un devastador incendio que duró 30 horas causó fuertes daños al inmueble, perdiéndose un gran legado de pinturas en los techos que ahora sustituye el yeso dorado. Los trabajadores pudieron evitar que algunas obras de arte de Van Dyck, Holbein y Rubens fueran consumidas; hoy en día ocupan su lugar original. La remodelación tardó cinco años en ser concretada.
La arquitectura de la fortaleza real combina el estilo gregoriano y victoriano, con algunos guiños del gótico. Durante su construcción se solicitó el levantamiento de tres murallas en una zona elevada para detener todo paso de conflictos bélicos.
Con el paso del tiempo ha sido remodelado e incluso se le han añadido nuevas edificaciones al terreno. Algunas de las más significativas son la construcción de un lujoso palacio que ha sido ampliado, además del levantamiento de la capilla de San Jorge, una imponente joya de estilo gótico.
Los famosos State Apartments, es decir, las habitaciones que utiliza la familia real de forma privada, tienen un estilo gregoriano y cuentan con obras de arte de la Royal Collection, entre las que destacan varias pinturas de Rembrandt, Rubens y Canaletto. También ha sido complementado por objetos decorativos y personales que ha seleccionado cada miembro que se ha albergado en ellas.
Este imponente emblema de la Corona también cuenta con el Grand Reception Room, el espacio para los eventos más importantes utilizado para recepciones de Estado. Pero todo esto no solo puedes conocerlo en fotografías, pues está abierto al público casi todo el año, aunque por la pandemia fueron restringidas las visitas.
Por su facilidad de traslado, hoy en día la reina lo utiliza como escaparate en sus fines de semana privados aunque también ha sido el refugio de los tiempos difíciles como sucede ahora con la pandemia de Coronavirus. Aquí también los monarcas celebraron su 73 aniversario de bodas pero sin la compañía de su familia para cumplir las normas de sanidad establecidas.
El duque de Edimburgo se despide en el Castillo de Windsor tras convertirse en el consorte monárquico más longevo de la Corona británica con más de 70 años junto a la reina Isabel II.