Si alguna vez has visitado Monterrey es seguro que hayas caminado por el Parque Fundidora, el pulmón verde del área metropolitana del que todo regio se siente orgulloso, y si te preguntas porqué la respuesta más acertada la encontrarás en esta primera entrega de la serie documental Regiopolis, Relatos de Arquitectura.
Durante treinta minutos el arquitecto Fernando López y la historiadora Rossana Covarrubias charlan con el arquitecto Alejandro Ibarra sobre los retos y circunstancias que propiciaron el master plan del parque más grande del norte del país. Pues, aunque La Fundidora forjó los cimientos de la ciudad y representó un potencial económico, en 1986 la llama del horno alto se apagaba, sin embargo casi 15 años más tarde un proyecto al aire libre surgía de las cenizas para recuperar la grandeza del que fuera el motor económico de Monterrey.
El arquitecto Fernando López ideó el Parque Fundidora como un escape de la rutina para realizar actividades al aire libre como patinar, andar en bicicleta y dar un paseo, pero también para ser el recinto de eventos internacionales. Poco a poco se fueron sumando proyectos al interior a cargo de distintos despachos como la Cineteca en el Centro de las Artes, La Nave Lewis, el Museo del Acero Horno 3 y el Auditorio Citibanamex. Incluso se construyó el Paseo Santa Lucía, un río artificial que conecta a este con el famoso Barrio Antiguo en el Centro Histórico de la ciudad.
Regiopolis, Relatos de Arquitectura, dirigido por David Brossing, busca testificar y dar a conocer las obras que forman parte del panorama de la ciudad desde la perspectiva y voz de sus autores, mostrando cómo ha sido el proceso para que la sultana del Norte se haya convertido en lo que es hoy en día: la segunda zona metropolitana más poblada de México.