¿Qué sucederá con la ciudad a partir de ahora?, es la pregunta que todos nos planteamos luego de estar inmersos en esta crisis sanitaria. A lo largo de la historia ha habido más de 20 pandemias, siendo la peste negra, la viruela y la gripe española las de mayor impacto, sin embargo todas estas circunstancias le han exigido a la humanidad romper paradigmas y generar nuevas realidades.
Urbanistas y arquitectos hablan de una crisis en el modelo de ciudad actual, sin embargo esta situación ya se vivía y el paso de esta pandemia vino a hacerla más evidente. "Definitivamente esto nos va a replantear muchos temas en cuanto a diseño urbano y arquitectura, esto debe servir para mejorar", menciona Eduardo.
La deficiencia del transporte público en definitiva debe cambiar, las aglomeraciones en las unidades, las estaciones de metro y paradas de camiones no dan abasto al sector de la población que utiliza este medio, poniendo en riesgo su salud.
Hoy nos damos cuenta de nuestro esquema urbano y su planeación. En algunas zonas hay que recorrer grandes distancias para acceder a cualquier servicio, negándole la oportunidad al ciudadano de caminar, pues también la infraestructura no es suficiente: sin baquetas y árboles que den sombra y que hacen más agradable el trayecto.
"No podemos volver al automóvil después de esto. Tenemos que adaptar la ciudad. Hay una gran oportunidad de redescubrimiento del espacio público", señala.
"La humanidad ha evolucionado y aprendido de estas contingencias, esta generación estamos obligados a aprender y mejorar o establecer una nueva normalidad que nos de mucha más seguridad".
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Eduardo
Así que será necesario mejorar las unidades de transporte, implementar carriles para transitar en bicicleta y banquetas anchas que permitan caminar. La cuestión de movilidad es un hecho que cambiará pues se deberá revalorar su espacio público y generar entornos en los que en 15 minutos se pueda acceder a los servicios necesarios sin tener a algún medio de transporte.
Pero además un importante cambio de cultura está en camino, pues la digitalización se ha acelerado. El home office y el home school se han vuelto una realidad. A partir de esta situación estas alternativas se volverán más comunes; los modelos educativos comenzarán a especializarse y se fortalecerá el trabajo a distancia. Todo esto tendrá un impacto en la reducción del tráfico vehicular.
La idea de que nuestro hogar sea nuestro espacio para vivir y trabajar no está tan lejos, de modo que ahora es más notorio el valor de una arquitectura flexible y un buen diseño de vivienda. Esto implica acostumbrarse y estar preparados, tomando en cuenta todos los beneficios que esto trae consigo.
El tema de la densidad de población también se está cuestionando, pues se estima que en estas ciudades hay mayor número de contagiados, sin embargo Eduardo tiene una perspectiva más profunda. "El problema no es la densidad, sino la disparidad social, no es lo mismo enfrentar la pandemia en un penthouse en Manhattan que en una ciudad con la misma densidad pero en un barrio marginado como lo es una favela en Río de Janeiro", puntualiza.
En Monterrey y su área metropolitana las construcciones se detuvieron y hasta hace algunos días fueron reactivadas bajo un nuevo protocolo de seguridad y salud en base a las recomendaciones de la OMS y casos de éxito de otros países. "No solo se revisa el avance de la obra, sino la salud de los trabajadores", comenta. Una tarea que se tenía un poco descuidada antes de la pandemia. "Los protocolos incluyen toma de temperatura diaria a todos los trabajadores, establecer zonas de lavado de manos, un número mínimo de trabajadores, uso obligatorio de cubre bocas, limpieza de herramientas y maquinaria", nos comparte.
Sería lamentable no aprender nada de esta situación y que no se aproveche para generar un nuevo modelo de ciudad. Queda claro que la salud y la seguridad son más importantes que los lujos y estar a la moda.
¿Cuándo volveremos a la normalidad?, lo cierto es que lo mejor sería no volver