El Super Bowl es uno de los eventos deportivos más esperados cada año y este domingo 7 de febrero se lleva a cabo la edición número LV entre los Kansas City Chiefs y los Tampa Bay Buccaneers, equipo que tiene el honor de ser el primero en jugar en su propio estadio en Florida, uno de los más creativos de la NFL.
Sin embargo el Raymond James Stadium en esta ocasión no podrá vivir la fiesta del fútbol americano como de costumbre a causa de la Covid-19, de hecho aunque el inmueble tiene capacidad para 75 mil personas solo está permitido el acceso a 22 mil asistentes de los cuales 7 mil 500 será personal médico.
El estadio es una obra más del despacho Populous (famoso por la gran cantidad de proyectos deportivos, centros de entretenimiento y convenciones) que fue inaugurado en 1998. Dentro de este complejo, en la tribuna norte, se encuentra una villa pirata en donde se ubica el Buccaneer Cove, una réplica de un barco pirata de 31 metros de largo y 43 toneladas de hierro que dispara cañones (también réplicas) cada vez que los Buccaneers hacen anotación y ganan el partido. Pero esto no es todo, también cuenta con un loro controlado vía remota que puede interactuar con los aficionados.
También cuenta con 12 mil clubes seats y 12 mil suites, una plaza con jardín en la explanada principal de las zona de anotación y un sin fin de motivos de los Tampa Bay Buccaneers. Además de la más alta tecnología en sus pantallas y una red 5G para mantenerte todo el tiempo conectado.
El show de medio tiempo a cargo de The Weekend y el duelo entre Tom Bradyy Patrick Mahomes no serán los únicos protagonistas de este Super Bowl, este inusual recinto también dará de qué hablar, pues no queda duda que para nada es un estadio común.
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