Si creías que Salma Hayek o Kim Kardashian vivían en la mansión más costosa del mundo, estabas muy equivocada, de hecho no es ni siquiera una celebridad hollywoodense quien es dueña de esta lujosa residencia valuada en 270 millones de euros. El propietario se encuentra del otro lado del mundo y es el dueño de un equipo de fútbol. ¿Puedes adivinar quién es?
Su nombre es Mohamed Bin Salman y es el príncipe heredero de Arabia Saudita, quien figura entre la lista de los hombres más ricos del mundo. En octubre comenzó a tener relevancia en el mundo deportivo al haber comprado el Newcastle United de la liga inglesa, pasando a ser el dueño más rico de un club de fútbol.
Evidentemente el dinero no es problema para este príncipe heredero, por ello no ha dudado en hacerse de una propiedad digna de la realeza. La impresionante mansión se encuentra en Louveciennes en Francia, cerca de Versalles, y sí, es todo un palacio lleno de lujos y comodidades.
La casa es toda una joya arquitectónica, pues para su construcción se tomó en cuenta el modelo de castillos franceses del siglo XVII, incluso es posible que conozcas bastante bien este mansión, pues se trata nada más y nada menos que del Chateau Louis XIV que fue construido entre 2008 y 2011 por la firma Emad Khashoggi.
El castillo original del siglo XIX que estaba construido en esta propiedad fue demolido para que tuviera las comodidades del siglo XXI, pero que mantuviera la elegancia y la herencia de la arquitectura francesa que se puede observar en casa rincón. Mientras que los acentos modelos se encuentran en sus fuentes que funcionan con alta tecnología, además tiene sistema de sonido, luces y aire acondicionado que se puede controlar a través de un iPhone.
No solo eso, también tiene piscinas cubiertas y al aire libre, cine privado, cancha de squash, dos salones de baile, discoteca y hasta una cámara subacuática transparente con esturiones. ¡Simplemente impresionante!
La mansión tiene 10 suits de lujo y un techo abovedado pintado a 15 metros de altura, lo que recrea una atmósfera que aparenta una mezcla entre un hotel y un museo.
Antes de que el príncipe heredero adquiriera esta mansión en 2017, Kim Kardashian y Kanye West estuvieron ahí en 2014 buscando el recinto ideal para su boda, finalmente se decidieron por el castillo Forte Belvedere de Florencia, en Italia, aunque esta pudo haber sido una excelente opción.