A partir de hoy, 1 de febrero, se ha puesto en marcha una medida que va a transformar la forma en que consumimos productos que usamos todos los días, pero ¿de qué manera aumentarán los precios?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la aplicación de un arancel del 25% a bienes provenientes de México y Canadá, dos de los socios comerciales más importantes del país norteamericano y esto es todo lo que debes saber al respecto.
¿Por qué los productos serán más caros?
Aunque en teoría este impuesto lo pagan los exportadores, en la práctica son los consumidores quienes sentirán el impacto a la hora de pagar en tiendas y supermercados.
Así que a continuación te explicamos de forma sencilla cómo afectará esta decisión a distintos sectores y por qué podría alterar los precios que pagamos por productos que llegan a nuestros hogares.
¿Qué significa un arancel del 25%?
Un arancel es un impuesto que se cobra sobre bienes importados. En este caso, al aumentar en un 25% el costo de productos de México y Canadá, las empresas que dependen de estos insumos verán incrementados sus gastos.
Muchas compañías tratarán de evitar trasladar estos costos a los consumidores, pero en realidad, es muy difícil absorber un gasto tan alto sin afectar el precio final de los productos.
- Aumento en precio de automóviles y autopartes
Uno de los sectores que se verá más afectado es el de la industria automotriz. Durante el año pasado, Estados Unidos importó una gran cantidad de vehículos y piezas provenientes de México y Canadá.
Muchos fabricantes han trasladado parte de su producción a México para aprovechar menores costos laborales. Sin embargo, con un arancel del 25%, la ventaja competitiva de producir en ese país se reduce considerablemente.
La consecuencia es que, muy probablemente, los precios de los automóviles nuevos y de sus repuestos aumentarán, haciendo que tanto la compra de un vehículo como el mantenimiento del mismo sean más costosos para el consumidor final.
- Aumento en el precio de hidrocarburos y energía
Otro sector vulnerable a este cambio son los hidrocarburos. Canadá es un proveedor clave de petróleo y gas para Estados Unidos.
Con el nuevo impuesto, es posible que el costo de estos recursos aumente, lo que a su vez puede traducirse en un alza en el precio de la gasolina y otros derivados del petróleo.
Para muchas personas, especialmente para quienes viven en regiones donde dependen en gran medida del automóvil, este incremento podría significar un gasto extra en cada visita a la gasolinera.
Además, un precio más alto en la energía puede tener efectos en la economía local, elevando el costo de producción de otros bienes y servicios.
- Aumento en el precio de alimentos y bebidas
Estados Unidos importa una gran cantidad de productos agrícolas y bebidas de México, incluyendo verduras frescas, frutas y bebidas alcohólicas.
Un ejemplo claro son los aguacates y la cerveza, que son productos que ahora podrían ver un incremento en su precio.
Las tiendas y supermercados, que operan con márgenes muy ajustados, se verán obligados a trasladar estos costos adicionales a sus clientes.
Esto no solo afectará el presupuesto familiar, sino que también podría tener un impacto en la demanda y en la variedad de productos disponibles en el mercado.
¿Cómo se preparan las empresas ante este cambio?
Con la llegada de este arancel, algunas empresas han optado por estrategias de contención, como aumentar sus inventarios o incluso trasladar parte de la producción a otros países.
Sin embargo, no todos los productos se pueden almacenar a largo plazo ni producir en otra ubicación sin incurrir en nuevos costos o problemas logísticos.
Por ello, el impacto se hará sentir de forma gradual pero sostenida en sectores claves de la economía. A medida que las empresas ajusten sus operaciones, es probable que los cambios se reflejen en la etiqueta final de los productos que compramos.