Dejémosle a los japoneses el arte de salir a disfrutar de una noche con atmósferas high-end; pero la maestría de adaptar a la perfección el izakaya, dicho acto de ir a cenar a un restaurante fino, viene por parte de A de Arquitectos para el Ryoshi.
Los arquitectos Alex de la Garza, Alex de la Rosa y Alfonso Lugo lograron materializar los elementos más importantes de la cultura y el diseño japonés para este espacio, aportando lujosos detalles de modernidad a través de materiales cálidos y naturales como la madera en distintas texturas a lo largo y ancho de sus 415 m².
Empezando con un detallado vestíbulo conceptual en honor a las tiendas de pinceles tradicionales y reforzando la elegancia del restaurante con el arte de la iluminación, por lo que utilizaron distintos tonos de luz que van desde candiles hasta piezas de ónix iluminado para que pareciese intrigante, mientras que una sensación evidente interior-exterior atrae los sentidos del usuario por medio de plantas naturales y mobiliario con agua en movimiento.
Los paneles de lino contrapuestos con una marimba de madera, además de la piel en el mobiliario, el bejuco y la madera añaden color y determinan los límites interiores, y es que parte importante del concepto fue resaltar la intimidad del espacio y es ahí donde los detalles texturizados lograron el objetivo.
Otro elemento decorativo que resalta a la vista es la cabina del DJ, inspirada en el trabajo de la artista contemporánea Yayoi Kusama, sin embargo, la estrella del lugar es la barra de nigiri, ubicada justo en el centro del lugar, ya que exhibe todo el proceso culinario de los platillos para ofrecer entretenimiento a los usuarios.
Así es como el interiorismo de Ryoshi sumerge todos los sentidos en una atmósfera dinámica llevando el estilo tradicional a su punto contemporáneo.