La temporada de huracanes 2024 tuvo un comienzo temprano y violento con el huracán Beryl, ya que se registró como el huracán atlántico de categoría 5 más temprano en la historia. Y, desafortunadamente, este ha sido tan solo el principio.
De acuerdo con meteored, agosto es el mes clave para los meteorólogos, ya que la actividad ciclónica en la zona tropical del Atlántico alcanza su punto máximo. Y, en efecto, Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica o NOAA, por sus siglas, en inglés, alerta sobre una temporada mucho más complicada este año.
Así será la temporada de huracanes 2024
La temporada de ciclones de 2024 ha sido notable, con la formación de cuatro ciclones tropicales hasta el momento. Entre estos, destaca el huracán Beryl, que alcanzó la categoría 5 en julio, marcando un hito al convertirse en el huracán más temprano en lograr tal intensidad.
De acuerdo con la NOAA, el pronóstico estacional para la temporada ciclónica de 2024 indica una actividad por encima de la media, especialmente en el Océano Atlántico, donde se registra el 91% de los ciclones tropicales.
Según la última actualización de la Universidad Estatal de Colorado, se espera la formación de entre 17 y 24 tormentas, de las cuales cuatro ya se han desarrollado hasta el 6 de agosto. Este número es significativamente superior al promedio regional de 14 tormentas.
De estas 24 tormentas, se pronostica que entre 8 y 13 se convertirán en huracanes, y de 4 a 7 de ellos podrían alcanzar las categorías 3, 4 o 5, clasificándose como huracanes de gran intensidad. Esto plantea un escenario preocupante, ya que la mayor parte de la actividad ciclónica se concentra en los meses que restan de la temporada.
¿Por qué hay una peor temporada de huracanes este 2024?
Uno de los principales factores que influye en la formación de ciclones es el contenido de calor en el océano. En agosto de 2024, las temperaturas superficiales del mar están notablemente por encima del promedio en la franja tropical que se extiende desde África hasta América.
Con un incremento de más de 1.4 °C respecto al promedio, estas condiciones aseguran una gran cantidad de "combustible" para la intensificación de huracanes, siempre que las condiciones atmosféricas sean favorables, como la baja o nula cizalladura del viento.
El fenómeno de La Niña también juega un papel crucial en la temporada ciclónica de 2024. Según los pronósticos, La Niña regresará entre finales del verano y principios del otoño en el hemisferio norte, coincidiendo con el periodo de mayor actividad ciclónica en el Atlántico.
Ursula Pamela García, una destacada meteoróloga especializada en huracanes de Meteored México, explicó que el enfriamiento de la cuenca del Pacífico asociado a La Niña provoca un calentamiento compensatorio en el Atlántico.
Esto crea un ambiente propicio para la formación y desarrollo de un mayor número de ciclones y huracanes en el Golfo de México, el Mar Caribe y el Atlántico. Un claro precedente de este fenómeno se observó en 2020, cuando La Niña favoreció una temporada con un número significativo de ciclones en el Atlántico.
El cambio climático también tiene un impacto considerable en el comportamiento de los ciclones tropicales. La Dra. Christian Domínguez Sarmiento, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que las investigaciones sugieren que bajo condiciones de cambio climático, los episodios de rápida intensificación de los ciclones serán más frecuentes.
¿Lo sabías?