La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha anunciado cambios importantes en el calendario escolar para el ciclo 2024-2025, lo que le ha dado una gran sorpresa a los estudiantes de educación básica, por la extensión de vacaciones, pero ¿cuál será la nueva fecha en la que regresarán a clases?
Las modificaciones implican una reducción en los días de clase para algunos alumnos de primaria y secundaria, y una extensión de las vacaciones de verano, por lo que algunos alumnos podrán disfrutar de más días de descanso antes de regresar y hacer nuevos amigos en este regreso a clases.
Regreso a clases
El calendario oficial establece que las clases iniciarán el lunes 26 de agosto de 2024. Sin embargo, esta medida no aplica al personal administrativo ni docente, quienes deberán regresar a los planteles del 19 al 23 de agosto para la Fase Intensiva del Consejo Técnico Escolar (CTE).
Se extienden las vacaciones
La entidad que verá mayores cambios es Nuevo León. La SEP local ha confirmado que, debido a las condiciones climáticas extremas durante el verano, se reducirá el número de días efectivos de clase de 190 a 185.
Con esta decisión, se busca proteger el bienestar de los alumnos ante las altas temperaturas que se registran en la región.
De acuerdo con lo que informó el Periódico Oficial de Nuevo León, firmado por Sofialeticia Morales, quien es titular de la Secretaría de Educación de Nuevo León, el ciclo escolar 2024-2025 para los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria comenzará hasta el próximo 26 de agosto y concluirá el 3 de julio de 2025.
De esta forma, los alumnos tendrán cinco días adicionales de vacaciones en comparación con otras entidades del país.
El ajuste del calendario escolar en Nuevo León resalta la importancia de considerar las condiciones locales al planificar el año académico, y es que no es la única ocasión en la que se llegan a estas medidas.
Las altas temperaturas en el verano pueden crear un ambiente poco propicio para el aprendizaje, afectando tanto a estudiantes como a maestros.
Otros estados podrían observar de cerca esta experiencia y evaluar la necesidad de hacer ajustes similares en el futuro, lo que incluso podría llegar a influir en la manera en que se diseñan los calendarios escolares en regiones con condiciones climáticas extremas.