No cumplir con la declaración de los ingresos generados por la renta de una propiedad puede tener un alto costo, tanto en multas como en recargos e intereses.
Además, podrías ser objeto de auditorías fiscales y enfrentar problemas legales. La mejor manera de evitar estas sanciones es cumplir con tus obligaciones fiscales desde el principio.
Actuar conforme a la ley te permitirá estar en paz con el SAT y accederás a oportunidades financieras exclusivas para quienes tienen sus ingresos verificados. Aquí te explicamos cómo evitar multas que podrían superar los 100 mil pesos.
Obligaciones de los arrendadores ante el SAT
Cuando rentas una propiedad, ya sea un departamento, una casa o un local comercial, estás obteniendo ingresos que el SAT considera sujetos al pago de impuestos.
Por ello, es necesario reportar estos ingresos en tu declaración anual y pagar los impuestos correspondientes. No hacerlo constituye una infracción a las leyes fiscales, lo que puede desencadenar auditorías, multas y posibles problemas legales.
El Impuesto sobre la renta (ISR) que debes pagar dependerá de los ingresos generados por la renta y los gastos deducibles que puedas aplicar, como el mantenimiento, reparaciones, seguros y otros. Además, en algunos casos, también estarías obligado a pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Los montos a declarar ante el SAT se calculan de la siguiente manera: Si tus ingresos mensuales por rentas son iguales o inferiores a 644.58 pesos, no tendrás que pagar impuestos. Sin embargo, si tus ganancias anuales alcanzan los 350 mil pesos o más, deberás pagar el 32% de esos ingresos al SAT.
¿Qué pasa si no declaras los ingresos por rentas ante el SAT?
Si rentas una propiedad en México y no declaras esos ingresos al SAT, podrías enfrentar graves consecuencias legales y financieras. No cumplir con tus obligaciones fiscales puede derivar en multas considerables, que en algunos casos superan los 100 mil pesos.
Para evitar este tipo de sanciones, es crucial que entiendas las implicaciones de no declarar tus ingresos y cómo regularizar tu situación ante las autoridades fiscales.
Cuando el SAT detecta que no has declarado tus ingresos, además de la multa, te cobrará recargos e intereses por el tiempo que no cumpliste con tus obligaciones. Estos montos se acumulan, incrementando tu deuda de forma considerable.
Si las irregularidades persisten, el SAT puede iniciar una auditoría fiscal de tus cuentas y finanzas personales, lo cual podría implicar una revisión exhaustiva de todos tus bienes, generándote mucho estrés.
En casos graves, la institución podría iniciar un proceso legal en tu contra por el delito de defraudación fiscal, lo que puede tener consecuencias penales, dependiendo de la magnitud de la deuda.