Durante mucho tiempo, el acoso callejero ha sido visto como algo "normal" porque ocurre todos los días; sin embargo, esto va más allá de un momento de incomodidad; por lo que debes conocer las multas sobre las que puedes proceder en contra de las personas que ejercen este tipo de violencia en las mujeres.
La realidad es que la situación en la que nos encontramos las mujeres hoy en día, es más preocupante y alarmante que nunca, pues a pesar de los avances que se han realizado en los últimos años, este es un problema que no deja de existir y de hacerse cada vez más constante.
Multas por acoso callejero a las mujeres
La buena noticia es que la Ciudad de México ha decidido tomar cartas en el asunto. Ahora, aquellos que creen que tienen derecho a lanzar "piropos" con connotaciones sexuales a desconocidas podrían terminar con una multa considerable o, peor aún, en prisión
¿Cuánto cuesta un "piropo" no deseado?
Desde 2023, la legislación en la CDMX establece que cualquier comentario de connotación sexual que busque afectar la dignidad de otra persona puede costar entre 1,141.14 y 4,149.06 pesos, dependiendo de la gravedad del caso.
Si el infractor no tiene cómo pagar, deberá enfrentar entre 13 y 24 horas de arresto o realizar trabajo comunitario por un periodo de 6 a 12 horas.
Este castigo busca hacer evidente que el acoso callejero no es un derecho ni una broma, sino una forma de violencia que debe erradicarse.
¿Los piropos son normales?
Muchos intentan justificar este tipo de conductas bajo la idea de que las nuevas generaciones son cada vez más débiles.Sin embargo, lo que antes se toleraba no significa que haya sido correcto.
La normalización de este tipo de comportamientos ha generado una cultura de miedo e incomodidad en los espacios públicos, donde muchas mujeres evitan ciertas calles, cambian de ropa o fingen no escuchar para evitar confrontaciones.
No se trata de que las personas jóvenes se quejen de diversas situaciones; se trata de entender que el respeto debe ser la norma y no la excepción.
Si un comentario no solicitado puede hacer sentir insegura a otra persona, entonces no tiene justificación alguna.
A pesar de la existencia de estas multas, el reto sigue siendo la denuncia y la aplicación de la ley. Muchas víctimas prefieren no reportar el acoso porque saben que el proceso puede ser largo y desgastante.
Además, la sensibilización de las autoridades encargadas de hacer cumplir estas sanciones sigue siendo una tarea pendiente.
Sin embargo, el simple hecho de que exista una sanción ya es un mensaje importante, y es que el acoso callejero no es algo normal, y quienes lo ejercen deben enfrentar consecuencias reales.