La reciente formación del huracán Beryl en el mes de julio ha encendido las alarmas entre los meteorólogos y expertos en clima y a continuación te revelamos los motivos que alertan a muchos debido a lo peligroso que esto podría resultar.
La rapidez con la que esta tormenta se intensificó para convertirse en un poderoso huracán de categoría 5 es una indicación inquietante para la temporada de tormentas del Atlántico, que todavía está lejos de alcanzar su punto más alto, a pesar de que se había dicho que no representaba un riesgo muy grande, en especial para México.
La intensificación de Beryl
En un lapso de solo dos días, Beryl pasó de ser una depresión tropical sin nombre a un huracán de categoría 5, la más alta en la escala de niveles de Saffir-Simpson.
Según Alex DaSilva, principal predictor de huracanes de AccuWeather, nunca antes se había registrado una tormenta de tal magnitud en esta época del año desde que se comenzaron a llevar registros en 1851, es decir, desde hace 173 años, lo que demuestra que nos encontramos ante un patrón climático bastante inusual y preocupante.
El impacto de los huracanes
Beryl es el último ejemplo de cómo el calentamiento global está afectando la formación de tormentas, y es que el Atlántico, entre el Caribe y las islas de Cabo Verde cerca de África, es conocido por ser la cuna de algunos de los huracanes más devastadores de la historia.
Normalmente, esta región no experimenta tormentas significativas hasta mediados de agosto o incluso más adelante.
Sin embargo, este año, las temperaturas se han mostrado anormalmente altas, por lo que están proporcionando las condiciones necesarias para que las tormentas se formen mucho antes de lo habitual, en especial por el cruce que existe con el frío.
Beryl será más peligroso que Dennis
Beryl ha superado a Dennis como el huracán más temprano en alcanzar la categoría 5. Dennis logró esta fuerza en julio de 2005, un año que vio la formación de 28 tormentas, incluyendo el devastador huracán Katrina.
Además, Beryl destacó por ir más al sur y al este de lo habitual, lo que le permitió fortalecerse aún más mientras cruzaba la calidez del agua del Caribe y el Golfo de México.
Peligro por el resto de los huracanes
Phil Klotzbach, quien es investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado, ha expresado su preocupación por lo que esto podría significar para el resto de la temporada de huracanes.
Y es que se estima que las tormentas que se forman al inicio de la temporada de huracanes, que comienza el 1 de julio, no suelen ser muy potentes y tienden a originarse a partir de sistemas meteorológicos que se desplazan desde América del Norte.
Sin embargo, la formación temprana de un huracán tan poderoso como Beryl es una señal que debería preocupar al mundo.