Aunque el fin del mundo ha estado presente en la historia a través de un sin fin de profecías y teorías apocalípticas que alarman a la población, las cuales el cine y la televisión han acentuado, algunas de estas predicciones han emergido desde el ámbito académico, lo que les otorga un impacto aún mayor.
Un científico de la universidad de Harvard pudo haber acertado con su pronóstico del fin de la humanidad. En esta profecía se visualiza que lo más complicado para la humanidad sería sobrevivir con los pocos recursos naturales.
Esta es la posible fecha del fin del mundo, según científico de Harvard
Heinz von Foerster, físico y filósofo austríaco, conocido por sus trabajos en cibernética y teoría de sistemas, realizó una llamativa profecía sobre el fin del mundo en 1960.
Junto a dos colegas, publicaron un artículo en la revista Science, en el cual predecían que la humanidad enfrentaría su extinción el 13 de noviembre de 2026, basándose en un modelo de crecimiento poblacional exponencial.
El estudio de von Foerster y su equipo se centraba en el crecimiento descontrolado de la población humana, un fenómeno que, según ellos, estaba ocurriendo a un ritmo insostenible.
Utilizando datos históricos, proyectaron que, de continuar la tendencia, la población mundial alcanzaría un punto de inflexión crítico en 2026, lo que conduciría al colapso de la civilización tal como la conocemos.
Aunque esta predicción fue tomada con escepticismo por muchos y es vista como una provocación o una metáfora sobre los límites del crecimiento, sirvió como una advertencia sobre los peligros del aumento desmedido de la población y el uso insostenible de los recursos planetarios.
La "profecía" de Heinz von Foerster, aunque no tiene fundamentos apocalípticos en un sentido literal, sigue siendo una reflexión sobre los retos que enfrenta la humanidad en términos de sostenibilidad.
A pesar de que esta fecha se aproxima, el propósito del trabajo de von Foerster fue menos predecir el fin del mundo y más generar conciencia sobre los peligros inherentes de un crecimiento descontrolado y la necesidad urgente de gestionar los recursos de manera responsable.