A medida que el potencial ciclón tropical uno se acerca a las costas de México y Estados Unidos, es crucial que las comunidades afectadas se preparen adecuadamente para hacer frente a los desafíos que se aproximan.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, que se espera se convierta en la tormenta tropical Alberto en las próximas horas, representa una amenaza significativa con el potencial de generar fuertes lluvias, vientos devastadores, marejadas ciclónicas y oleaje elevado.
Zonas afectadas en México y USA por ciclón tropical uno
Según las autoridades, el potencial ciclón tropical uno afectará principalmente a los estados mexicanos de Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, con lluvias intensas y la posibilidad de formación de trombas marinas.
Además, de acuerdo con lo que informó la CONAGUA, se pronostican rachas de 40 a 60 km/h con posibles trombas en Campeche, tabasco y Veracruz; de 50 a 70 km/h con posibles torbellinos en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y norte de Tamaulipas, así como con tolvaneras en Aguascalientes, Durango, Guanajuato, Jalisco, San Luis Potosí y Zacatecas.
En Estados Unidos, la advertencia de tormenta tropical está vigente para la costa de Texas, desde Port O'Connor hacia el sur hasta la desembocadura del río Grande, con la probabilidad de inundaciones costeras moderadas.
¿Qué hacer antes de un huracán?
Ante esta situación, es fundamental que las personas en las áreas de riesgo tomen las medidas necesarias para proteger sus vidas y bienes. Algunas de las acciones clave a considerar incluyen:
Mantenerse informado sobre la evolución del sistema y las advertencias emitidas por las autoridades competentes es crucial para tomar decisiones oportunas.
Reforzar ventanas y puertas, limpiar canaletas y desagües, y tener a mano suministros de emergencia como agua, alimentos no perecederos, linternas y baterías.
Seguir las recomendaciones de evacuación y refugio en caso de ser necesario, y estar preparado para actuar con prontitud.
Tener a mano medicamentos, primeros auxilios y planes para cuidar de personas vulnerables, mascotas y propiedades.
Ofrecer ayuda a vecinos y familiares que puedan necesitar asistencia, y estar preparado para colaborar con las autoridades y organizaciones de ayuda.
Aunque enfrentar una tormenta tropical puede ser una experiencia aterradora, es importante mantener la calma en todo momento. Una vez que pase el peligro, las comunidades deberán trabajar juntas para evaluar los daños, brindar asistencia a los más afectados y reconstruir de manera efectiva.