El Océano Atlántico está experimentando una creciente actividad ciclónica, con la formación inminente del primer huracán de la temporada 2024: Beryl. Según los últimos reportes, este sistema meteorológico representa una amenaza real para varias regiones de México en los próximos días, pero ¿cuándo será la fecha de llegada?
Hace unos días, fue Alberto, quien llegó de manera esperada a diferentes regiones del país, a llenar las presas que habían estado en escasez en los últimos meses debido a las altas temperaturas que habíamos experimentado, y en esta ocasión es Beryl quien llegará.
El potencial de Beryl
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, una Zona de Baja Presión en el Atlántico ha incrementado significativamente su potencial de desarrollo en las últimas horas.
Inicialmente con un 60% de probabilidad, esta perturbación tropical ahora alcanza un 90% de opciones de convertirse en el Huracán Beryl.
Por otra parte, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha confirmado que esta perturbación tiene un 70% de probabilidades de evolucionar a ciclón tropical en las próximas 48 horas, y un 90% en los siguientes 7 días.
Salvo cambios inesperados, México se estaría enfrentando al impacto de un posible Huracán Beryl en los próximos días, aunque se desconoce con precisión la fecha de su llegada, pues esto puede variar.
Trayectoria de Beryl
Según los últimos monitoreos, el centro del sistema se encuentra a aproximadamente 5,720 kilómetros al este de las costas de Quintana Roo. Su trayectoria actual lo pone en ruta para impactar primero países del Caribe como Barbados, Martinica y Guadalupe, antes de acercarse a las costas mexicanas.
De acuerdo con las proyecciones, durante el sábado por la tarde se espera que el centro de la baja presión o posible ciclón tropical se ubique frente a las costas del centro y norte del estado de Veracruz, extendiéndose los nublados y las lluvias a la península de Yucatán, sureste, oriente, centro y noroeste de México.
Para el domingo 23 y lunes 24, se prevé que la formación se intensifique, con una posible llegada a las costas de Tamaulipas y Veracruz.
Los ciclones tropicales como Beryl pueden tener impactos devastadores, incluyendo vientos destructivos, marejadas ciclónicas e intensas precipitaciones que pueden causar inundaciones, deslizamientos de tierra y daños severos a la infraestructura y la propiedad.
Por esta razón, es crucial que la población de los estados potencialmente afectados siga de cerca las advertencias y consejos de los servicios meteorológicos y las autoridades locales durante la temporada de huracanes.
Mantenerse informado, tomar las precauciones necesarias y estar preparado puede marcar la diferencia cuando un sistema de esta magnitud se aproxima.