Patricia Rodríguez de Coronado y Margarita Coronado son mujeres de grandes retos y unidas para construir un mundo mejor a través de su trabajo voluntario dentro del Instituto Down de Monterrey, todo esto con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas con este sindrome, así como de sus familias, al brindarles educación y lograr su inserción en la sociedad.
¿Qué les motiva para desarrollarse en lo personal y profesional?
Patricia: Los niños y jóvenes con Síndrome de Down, ya que son personas con sueños y capacidades diferentes que tienen derecho a la inclusión en la sociedad y ser reconocidas como seres humanos con valor.
Margarita: Contribuir para que las personas con Síndrome de Down se realicen e integren cada día más a la sociedad.
¿Cuál es el reto más grande al que se han enfrentado?
Patricia: Lograr un mayor apoyo a nivel público y privado para todas las personas con discapacidad, ya sea con trabajo, fondos y mayores oportunidades de educación.
Margarita: Asegurar que los alumnos carentes de recursos económicos del Instituto Down de Monterrey continúen recibiendo educación integral y de calidad a través de una beca escolar.
¿Qué valores personales ponen en práctica todos los días?
Patricia: Respeto, humildad y generosidad.
Margarita: Amor, generosidad y trabajar por la justicia.
¿Cuál ha sido su mayor éxito?
Patricia: Dejar huella y trascender a través del trabajo en el Instituto Down de Monterrey.
Margarita: Ver que las personas con Síndrome de Down tengan oportunidades para salir adelante y que sus familias sepan que pueden contar con nuestro apoyo desde el nacimiento de sus hijos.
¿Cuál es su filosofía de vida?
Patricia: Nunca rendirte ante nada ni ante nadie. Lo resumo en la frase de la Madre Teresa, “A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”.
Margarita:Vivir el momento presente y siempre agradecer todo.
¿Qué impacto o huella quieren dejar en la comunidad a través de sus obras?
Patricia: Hacer conciencia que si todos trabajamos por un bien común y por una buena causa por los que no tienen voz, nuestra sociedad y nuestro mundo cambiará.
Margarita: Igualdad, sin importar las condiciones de cada persona.
¿Qué las mantiene de pie y a no darse por vencidas?
Patricia: La mayor fuerza es la fe y la voluntad de seguir siempre adelante sin rendirte.
Margarita: Apoyar para que las personas con Síndrome de Down tengan una vida digna y que vivan integradas en la sociedad.
“Ser mujer es luchar por los derechos de todas; unidas y juntando nuestras capacidades, fuerza e inteligencia podemos lograr grandes cosas”.
¿Cuál fue la enseñanza que les dejó alguna dificultad en el camino?
Patricia: Que nadie somos indispensables y lo que importa no es tu éxito personal, sino el resultado de tu esfuerzo y el trabajo en equipo.
Margarita: Que no hay imposibles, todo se puede hacer con tenacidad y ganas de salir adelante.
¿A quién dedican su éxito?
Patricia: A mi familia que me apoya de manera incondicional en mis proyectos y a mi cuñado Mickey que tiene Síndrome de Down y me ha enseñado la bondad del corazón de estas personas.
Margarita: A todas las familias con hijos e hijas con Síndrome de Down.