Vivir como Reina

¿Casa nueva?, mejor hasta 2021

Regina Reyes-Heroles C.

Tenemos un mercado de compradores atípico”, me dijo Fernando Soto-Hay, director general de Tu Hipoteca Fácil. “Hay poca oferta de vivienda y una alta necesidad de compra postergada por la pandemia”.

El sector esperaba vender unas 200 mil viviendas este año, ahora prevén colocar unas 140 mil, 30 por ciento menos.

Todos tienen cuidado con el dinero: los compradores detuvieron sus procesos de adquisición, los desarrolladores no construyen y los bancos prestan con más cuidado. Incluso, me dijo Fernando, hay áreas de riesgo de instituciones financieras que ven con más recelo las solicitudes hipotecarias de perfiles ‘expuestos’ al coronavirus y que pueden tener dificultades para enfrentar sus pagos mensuales. Entre ellos mencionó que se encuentra desde personal médico que atiende a pacientes con Covid-19, dueños de negocios muy golpeados, como restaurantes y gimnasios, y hasta arquitectos, desarrolladores y asesores inmobiliarios.

El sector inmobiliario representa 6 por ciento del PIB. Dejarlo detenido no es opción. Para reavivar la construcción y compra de bienes inmuebles Fernando propone cuatro incentivos:

1. La reducción temporal del impuesto sobre adquisición de inmuebles durante 2020 y 2021, algo que algunos estados ya ofrecen. “Pero debe implementarse en todos para que los que quieran comprar puedan hacerlo, y así generen patrimonio”.

2. La reducción temporal de los derechos de inscripción de Registro Público de la Propiedad en operaciones de compra-venta e hipotecas.

3. Que los bancos otorguen créditos hipotecarios a 30 años, pero que estos sean sustituibles por créditos de 20 años a partir del séptimo año. “Tú pagas tu crédito a 30 años por seis años, el séptimo se incrementa la mensualidad significativamente, pero tuviste seis años para encontrar estabilidad, orden y tener control en tus finanzas”,me explicó Fernando.

4. Incentivar procesos más eficientes en la obtención de permisos y licencias de construcción.

El objetivo es que las familias mexicanas generen patrimonio vía un activo que suscita certidumbre y tranquilidad: una casa, pero cuando el mercado atípico incluye pérdida de empleo, decremento de ingresos de las familias y desconfianza en el capital inversionista, la receta se complica. “Es un tema muy delicado que no haya nuevos proyectos de inversión desarrollándose; hacia adelante habrá menos vivienda”.

Es urgente la reactivación. Si sumamos estos cuatro incentivos propuestos más la probabilidad de encontrar buenas oportunidades en los siguientes 24 meses y una buena oferta en productos hipotecarios, habrá muchos mexicanos que se animen a comprar vivienda, y así habrá inversionistas que se animen a construir. Sumando esfuerzos, quizá, se pueda luchar mejor contra la recesión que tenemos enfrente.





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