Lady Dior, el bolso que la princesa Diana convirtió en un ícono cumple 25 años

MODA

Lady Dior, la bolsa que se convirtió en sinónimo de la princesa Diana, cumple 25 años como insignia de lujo... Todo empezó con un regalo que capturó su esencia.

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En varias ocasiones, Diana mostró la elegancia versátil de la bolsa Lady Dior.

La historia de las piezas estandarte de la Maison Dior inicia con un regalo. Era 1995 y Bernadette Chirac, entonces primera dama de Francia, quería obsequiar algo realmente especial a la princesa Diana de Gales, con quien tenía una cita para tomar el té, previo a asistir a una retrospectiva de Paul Cezanne en El Gran Palacio de París.

 Dior, dirigida en aquel tiempo por Gianfranco Ferrè, creó una bolsa cuyas líneas concentran la sutil elegancia del carácter francés y conquistó a la princesa... y luego al mundo. Para su diseño se inspiró en el estilo de Napoleón III y en el entramado de las sillas Luis XV que usaba Christian Dior en sus shows. 

En piel de cordero con pespuntes que le dan su específica textura acolchada, el bolso de estética cuadrada incluía unos colgantes, llamados charms, con las letras que conforman el nombre de la firma, como un guiño al gusto del diseñador por los amuletos. Pareciera que el verdadero talismán fue la princesa. 

Con ese origen real, la bolsa, que en un principio no tenía nombre, se convirtió rápidamente en un favorito de Diana, tanto así que lo mismo la lució en una visita a un hospital en Londres, que en una gira por Buenos Aires, Argentina.


 Cuando, en 1996, la anónima pieza llegó a las boutiques de Dior, el éxito fue Con todo. En varias ocasiones, Diana mostró la elegancia versátil de la bolsa Lady Dior. rotundo, la gente la identificaba con el estilo único de la mamá de los príncipes William y Harry, y la firma se aventuró a pedir su autorización para nombrarla, en su honor, como Lady Dior. 

Desde entonces, la emblemática bolsa se reedita cada temporada. La hemos visto suavizar sus bordes y transformarse en un bolso mini, micro y large; forrarse en seda, tweed e, incluso, en una forma minimalista con bordados en 3-D, sin eliminar la versión clásica de piel en negro, gris y rosa. A esta pieza atemporal se ha sumado una correa removible, que no minimiza su estilo ladylike, sino suma pragmatismo. 

La personalización también se ha hecho presente, la colección de charms disponibles incluye el alfabeto completo y también una línea de insignias para el strap. Se reconoce a Diana como una early adopter del estilo Lady Dior. Lo cierto es que, en los noventa, fue la bolsa la que capturó la esencia de la princesa, una elegancia sutil y empática que, a la fecha, se hace presente en sus distintas versiones. 



Aunque para la campaña publicitaria de su lanzamiento, Dior optó, en 1996, por Carla Bruni, la princesa se convirtió en una representante sin título, ya que sus fotografías usando la bolsa en su versión mini en la Met Gala o en un viaje de trabajo a Liverpool, le dieron la vuelta al mundo. 

Diez años después, Monica Bellucci sería el rostro de la marca. Sin embargo fue en 2008, cuando Marion Cotillard se convirtió en su embajadora  oficial, cuando protagonizó sesiones de fotos con Annie Leibovitz y Jean-Baptiste Mondino. 

Su importancia cultural es tal, que Lady Dior ha hecho “cameos” en películas como The bling ring, de Sofia Coppola, o en cortos dirigidos por John Cameron Mitchell y David Lynch; lo mismo que ha acompañado a personajes como Rihanna, Anne Hathaway, Blake Lively o la princesa Charlene de Mónaco, en algún paparazzi o en la alfombra roja. 

También ha sido reimaginada en la exhibición itinerante Lady Dior As Seen By; y, a través de las ediciones especiales, como las diseñadas para Dior Lady Art #5 por creadores internacionales, como la feminista Judy Chicago o el colectivo ruso Recycle Group, cuyas piezas forman parte de la muestra que inauguró el 8 de enero pasado, en el Dior Pavilion Kuala Lumpur. 

Así, a 25 años de su creación, la casa francesa sigue celebrando y reinventando el adn artístico, inspirador y lleno de elegancia atemporal de esta bolsa, que conquistó primero el corazón de la princesa Diana y luego el del mundo. 

El “efecto Diana” aún es latente y muestra su influencia, no solo en la icónica bolsa, que conserva la estructura y estilo que acompañó a la princesa en sus giras, sino en los amantes de la moda, pues, incluso en pandemia, “(Lady Dior) continúa siendo muy exitosa”, declaró LVMH, grupo del que Dior forma parte, en un reporte de ventas del primer trimestre de 2021. 




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